'Con el agua al cuello'
La isla de Lesbos, escenario de un maltrato constante al refugiado: "Hay un grado de violencia inimaginable"
El contexto El escritor Hibai Arbide recoge en su libro, 'Con el agua al cuello', los horrores que él mismo ha presenciado que sufren los migrantes que llegan a la isla griega.

A todos nos suena la isla de Lesbos. Hubo un tiempo en el que esa pequeña porción de tierra se convirtió sin quererlo en el gran emblema de la tragedia en el Mediterráneo hasta el punto de que el papa Francisco estuvo allí. Ahora, más de 10 años después, Lesbos es escenario de una situación todavía peor que aquella que le hizo conocida internacionalmente.
Así lo recoge en su libro, 'Con el agua al cuello', Hibai Arbide, que denuncia la situación que viven los migrantes que llegan a la isla: "Hay una vulneración de derechos cada vez más habitual y con un grado de violencia inimaginable". Tras 10 años de investigación, el escritor vasco ha podido comprobar la violencia sistemática en la frontera marítima griega.
"Tenía acceso a documentos de Frontex que demuestran que algunas personas han sido empujadas con las manos atadas", asegura. Además, denuncia que más de 100.000 personas han sido rescatadas a la deriva desde 2020, tras sufrir una devolución en caliente. Una práctica que Grecia ha intensificado en los últimos años: "Ha pasado de ser un hecho puntual a convertirse en el elemento central de la política exterior".
En su libro, Arbide recoge más de 300 testimonios de personas que han sido víctimas de abusos. Abusos ejercidos, según ellos, por una especie de paramilitares. "Han llegado a arrancar el diente de oro a personas por no tener un móvil caro como para ser robado, exploraciones en las cavidades corporales con la excusa de si llevan algo en el interior y ni siquiera se cambian los guantes de una persona a otra", comenta.
Hombres encapuchados que, según el propio Arbide, trabajan codo con codo con los guardacostas gubernamentales. Hoy en Lesbos, fuera del foco mediático, sobreviven todavía más de 2.000 personas refugiadas bajo el frío, la soledad y la indiferencia.