Israel y Gaza viven hoy una primera mañana de calma tras once días de la escalada bélica "Guardián de los Muros", la peor desde 2014, y la tranquilidad se mantiene tras entrar en vigor esta madrugada una tregua que puso fin al intercambio de fuego.
Israel anunció ayer un alto el fuego en Gaza que hizo efectivo a las dos de la madrugada, hora local, 11 días después del inicio de la escalada bélica con bombardeos y otros ataques que han dejado más de 240 muertos y miles de heridos en Gaza, y una docena de muertos en Israel.
Desde entonces no han sonado alarmas antiaéreas, ni se registraron disparos de cohetes por parte de las milicias palestinas hacia Israel ni ataques del Ejército israelí sobre Gaza.
Tras siete horas de calma, las fuerzas armadas han levantado la mayor parte de restricciones de seguridad y movimiento que se aplicaban sobre todo en el área colindante con Gaza, aunque escuelas y otras instituciones educativas permanecerán cerradas aún hoy en el sur y centro del país, informó el digital 'Times of Israel'.
A su vez, la Policía ha reabierto carreteras israelíes cercanas a la franja que se habían cerrado por precaución ante posibles disparos de misiles anti-tanque desde el enclave, concretó el mismo medio.
Palestinos de la franja, Cisjordania y Jerusalén Este ocupados han celebrado esta noche en las calles el alto el fuego, que valoraron como una victoria contra Israel.
Israel también ha proclamado el éxito al considerar que la campaña militar, "Guardián de los Muros", ha alcanzado "grandes logros" sin precedentes contra objetivos militares de las milicias de los grupos islamistas Hamás y Yihad Islámica.
La propuesta de tregua, negociada por Egipto, fue aceptada ayer jueves por las partes como un acuerdo "mutuo y simultáneo". El Gabinete de Seguridad israelí aprobó este jueves aceptar el cese de hostilidad "bilateral y sin condiciones" y Hamás anunció poco después que "tenía garantías para llevarlo a cabo".
Los enfrentamientos entre el Ejército israelí y las milicias palestinas en Gaza han sido los más graves en los últimos siete años. La tensión tuvo el detonante en Jerusalén Este ocupado y se extendió también a Cisjordania y ciudades mixtas de Israel.
Se logra así una tregua tras un escenario de tensión y violencia muy superior al registrado en los últimos años. En este anuncio ha tenido mucho que ver el Gobierno de Estados Unidos, que venía defendiendo "una diplomacia intensiva y silenciosa" con el objetivo de conseguir que las dos partes depusieran las armas para lograr el fin de las hostilidades.
Recientemente, EEUU ya definió como "alentadoras" las informaciones que llegaban sobre un "potencial alto el fuego" entre Israel y las milicias palestinas en Gaza. "Obviamente, no podemos adelantarnos a acuerdos que se estén negociando", apuntó Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca.