El Ejército israelí ha confirmado haber bombardeado Beirut en una operación dirigida contra el "comandante responsable del asesinato de niños en Majdal Shams", en referencia al ataque atribuido a Hizbulá el sábado en esa ciudad drusa de los Altos del Golán, en el que murieron 12 menores. Asimismo, ha afirmado que han matado a al comandante de Hizbulá Fuad Shukr, "el jefe militar de mayor rango" del grupo chií libanés, pero ellos no confirman este extremo.
El número de muertos por el bombardeo israelí ha ascendido este miércoles a tres, entre ellos dos menores, y el de heridos a 74, mientras han continuado las labores de búsqueda, ha informado el Ministerio libanés de Salud Pública.
Según un comunicado del departamento gubernamental, el ataque causó la muerte de una mujer, un niño y una niña, mientras que la gran mayoría de los 74 heridos ya han sido dados de alta de los diferentes hospitales en los que fueron ingresados a raíz de la explosión. Solo nueve de las personas que resultaron heridas continúan ingresadas esta mañana, cinco de ellas en estado "crítico", si bien las operaciones de rescate todavía siguen en la zona pasadas cerca de doce horas del bombardeo, indicó el ministerio en su nota.
El Ejército israelí ha asegurado anoche que su bombardeo también mató a Fuad Shukr, a quien describió como el "comandante militar de más alto rango de Hizbulá" y como la "mano derecha" del líder del movimiento, Hasán Nasralah. El Estado judío le responsabiliza del ataque que el sábado mató a doce menores en un campo de fútbol en los Altos del Golán, y ya venía avisando desde hace días de que respondería con dureza a ese lanzamiento de un proyectil, del que Hizbulá se desvincula.
La formación libanesa ha confirmado este miércoles en un comunicado que Sukhr se encontraba en el inmueble atacado anoche, pero aseguró que todavía no se puede pronunciar sobre su paradero mientras los equipos de emergencias siguen desescombrando el área de forma "diligente" pero "lenta". Este es el primer ataque dirigido contra Hizbulá en los suburbios capitalinos desde el inicio de las hostilidades entre las partes hace casi diez meses, aunque el pasado enero la zona ya había sido objetivo de otro bombardeo que mató al número dos del movimiento islamista palestino Hamás, Saleh al Arouri.
"No hay cambios"
Una fuente de seguridad libanesa que pidió el anonimato ha confirmado a Efe que una explosión sacudió los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye, un importante bastión de Hizbulá, mientras que otra cercana al grupo chií apuntó que el objetivo fue un edificio residencial. "No hay cambios en las directivas del comando central", ha indicado un comunicado castrense israelí sobre el ataque en Beirut, dirigido a un comandante de Hizbulá, cuya identidad no se ha revelado, que también es responsable de haber "matado a muchos civiles israelíes".
Israel ha prometido responder "con dureza" a este ataque provocado por el impacto de un cohete cargado con 50 kilos de explosivo -de fabricación iraní y que solo figura en el arsenal de Hizbulá, según Israel-. El cohete impactó en un campo de fútbol donde jugaban niños y adolescentes, matando a doce, todos entre 10 y 16 años. Otros 16 menores heridos en ese ataque siguen hospitalizados, siete de ellos en estado grave.
"La respuesta llegará pronto y será dura"
"La respuesta llegará pronto y será dura" ha advertido este lunes Netanyahu, en una visita a Majdal Shams, ciudad drusa en los Altos del Golán ocupados por Israel desde 1967, después de que el gabinete de seguridad le diera luz verde para decidir la forma y el momento de la represalia contra Hizbulá. La Oficina del Primer Ministro difundió una foto de Netanyahu, reunido con la cúpula militar y su asesor de seguridad, Tzagi Hanegbi, en el que se le ve atendiendo una llamada de teléfono, pero sin aportar más información.
"Hizbulá cruzó una línea roja", ha escrito el sábado en X el ministro de Defensa, Yoav Gallant, minutos después del ataque. El cruce de fuego entre las partes, incesante desde octubre, tampoco se ha detenido estos días a la espera de esa represalia anunciada por Israel desde el sábado. Esta madrugada, Israel atacó diez objetivos de Hizbulá en varias regiones del Líbano, matando a otro combatiente del grupo; mientras que la milicia chií lanzó varias andanadas de cohetes hacia el norte, matando a un civil israelí.
Preocupación entre la comunidad internacional
La comunidad internacional, especialmente EEUU, está mediando para que la respuesta sea contenida y no desemboque en una guerra abierta en la frontera entre Israel y Líbano que vive su mayor pico de tensión desde 2006, cuando el Ejército israelí y Hizbulá ya libraron una guerra.
La frontera entre Israel y Líbano vive un intercambio de fuego desde octubre, que se ha cobrado la vida de más de 560 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 355 bajas, algunas en Siria; además de un centenar de civiles. En Israel han muerto 46 personas en el norte: 22 militares (5 en accidentes operativos) y 25 civiles, incluidos los 12 niños y adolescentes en el ataque de Majdal Shams y otro hoy mismo.
Israel asegura que desde el 8 de octubre, Hizbulá ha lanzado "en solidaridad con las milicias palestinas de Gaza", más de 6.400 cohetes a territorio israelí y 340 drones explosivos; mientras que el Ejército israelí ha respondido con intensos bombardeos a esos ataques.