El Gobierno israelí ha decidido por unanimidad cerrar la emisión del canal catarí Al Jazeera después de que el Parlamento aprobase el mes pasado una ley que permite el cierre de medios extranjeros. Ha sido este domingo cuando el gobierno de Netanyahu ha prohibido que los periodistas de esta televisión sigan trabajando en el país, ya que considera que este medio catarí es "una amenaza para la seguridad nacional".
En este vídeo se puede ver el momento en el que la Policía israelí ha entrado en la sede que el canal tiene en Jerusalén para incautar todos sus equipos y asegurarse de no dejar ni un sólo cable suelto en la redacción que les permita poder seguir informando. "Esta es una situación muy peligrosa contra Al-Jazeera y la presa internacional en general. Quieren prevenir a todo el mundo de conocer lo que está pasando en esta guerra", ha dicho el jefe de la delegación.
"La cierra porque no quiere que se sepa lo que está ocurriendo. Responde a un patrón de persecución de la cadena", ha declarado Alfonso Bauluz, presidente de Reporteros sin Fronteras.
Desde que empezó la guerra el ejército israelí ha matado a 142 periodistas gazatíes, los únicos que informan desde la Franja porque Israel ha prohibido el acceso a los periodistas internacionales. "Han sido un objetivo clarísimo desde el principio", declara Bauluz, ya que han sido objeto de "bombardeos indiscriminados". "Lo que ellos aseguran que son ataques completamente deliberados contra sus viviendas y lugares de trabajo", denuncia.
Este domingo Hamás ha atacado el paso fronterizo de Keren Salon, al sur del país, e Israel ha bombardeado de nuevo Rafah. Las negociaciones para un alto el fuego siguen estancadas y Netanyahu insiste en que "está dispuesto a hacer una pausa en los combates para liberar a los rehenes". Su ministro de Defensa ha visitado a las tropas y da por hecho que sus soldados entrarán en Rafah.