Este viernes, Joe Biden anunció una 'hoja de ruta' para decretar el alto el fuego en la Franja de Gaza. Hamás e Israel realizaron sus respectivasvaloraciones y matizaciones del mismo, pero sin aceptarlo o rechazarlo. Y mientras se espera la respuesta oficial, Israel está dividida en dos respecto a la propuesta.
De un lado, ha habido detenciones y enfrentamientos con la policía en Tel Aviv por la manifestación que reunió a 120.000 israelíes que pidieron a Netanyahu que acepte el acuerdo para un alto el fuego definitivo.
"Estos extremistas quieren que la guerra se prolongue sin fin y están dispuestos a sacrificar a los rehenes", asegura Efrat Machikawa, familiar de un rehén a la que le preocupa que no se llegue a un acuerdo.
El líder de la oposición ha pedido esta mañana parar la guerra, uniéndose a la postura de los manifestantes. Menos tajante, pero también a favor del plan de Biden, se ha mostrado el presidente israelí, Isaac Herzog: "El fin de semana le dije al primer ministro Netanyahu que le daría a él y a su gobierno todo mi apoyo para alcanzar un acuerdo que permita la liberación de los rehenes".
Sin embargo, la parte más extremista del gobierno israelí amenaza con romper la legislatura si Netanyahu cede: "Si el primer ministro ejecuta este acuerdo temerario en las condiciones publicadas, disolveremos el gobierno", comunicó en X el ministro Ben Gvir
Un acuerdo que ha dividido al país en dos más todavía. Y mientras sigue sin haber respuesta, no paran los ataques israelíes en Rafah, que continúan lanzando operaciones "selectivas y precisas" que han acabado con el último hospital operativo ha dejado de funcionar.