"El día ha llegado. Es nuestra hora", proclaman los soldados israelíes que con la ayuda de tanques y buldóceres han entrado en la ciudad de Gaza. Un progreso que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, califica de éxito impresionante.
Y con este avance en la ofensiva terrestre deja claro que "nada" les va a parar. Mientras, pide a los civiles que se desplacen hacia el sur, pero cada vez la población tiene menos salidas.
El máximo comandante militar de Israel ha ratificado el mensaje de Netanyahu, asegurando que ya están en el corazón del norte de la capital, donde el ejército centra la operación terrestre.
"Los combatientes continúan derribando las líneas de defensa de Hamás en el norte de la Franja de Gaza", ha explicado en rueda de prensa, Daniel Hagari, portavoz de las Fuerzas de Defensa israelíes.
Allí avanza desde tres frentes: desde el noreste, en la ciudad de Beit Hanun; en paralelo a la costa; y al sur de la ciudad de Gaza. El objetivo es dividir en dos la Franja, una misión para la que apoyan por mar y aire bombardeando sin descanso también de noche...
Pero en estas batallas terrestres el ejército israelí también suma cada vez más bajas porque Hamás está respondiendo con ataques con drones directamente sobre posiciones militares de Israel.
Esta se ha convertido en una feroz incursión en la que Biden ha pedido una pausa para liberar rehenes. En la misma dirección, el exministro de Defensa y actual miembro del Gobierno de emergencia de Israel, Benny Gantz, ha lanzado un mensaje a los palestinos: cualquiera que ayude a liberar rehenes, tendrá inmunidad.