La tensión es máxima en Oriente Próximo tras el mayor intercambio de fuego entre Israel y Líbano de los últimos años. Irán amenaza con una respuesta "bien calculada" al asesinato en Teherán del líder político de Hamás. Dicen, no querer una escalada regional, pero tampoco la temen.

¿Porqué son importantes estos bombardeos? Pues, de entrada, suponen una gran escalada: el mayor cruce de ataques y amenazas en dos décadas entre países capaces de hacer estallar Oriente Próximo. Israel habla de "ataques preventivos selectivos para eliminar amenazas terroristas" que los libaneses niegan. Y hablan de "agresión tiránica".

El 'premier' israelí anuncia que "esto no ha acabado", con lo que los ataques no serían ya tan puntuales, y deja entrever otro 'objetivo' de estas operaciones: sus enemigos iraníes.

Hizbulá evoca ya a otros potentes aliados que podrían 'alistarse' contra Israel: más allá del propio Líbano o el Irán nuclear, Yemen e Iraq. "El desafío para Israel es que tiene enemigos con una gran cantidad de proyectiles, drones, misiles, cohetes...", ha explicado Guillermo Pulido, analista de Defensa. Pero lo cierto es que a ninguno, y menos a Estados Unidos, le interesa que esto se extienda mucho más.

¿Qué pasa con Gaza? Los libaneses apuntan que una escalada podría ser, en futuras negociaciones, para los árabes palestinos una baza. Pero de momento, los ataques israelíes se suceden sobre la Franja y no hay perspectivas de un alto el fuego.