La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, negó este lunes las informaciones difundidas por medios de comunicación acerca de un alto el fuego en la Franja de Gaza.
En un breve comunicado señaló que "actualmente no hay ningún alto el fuego ni ayuda humanitaria en la Franja de Gaza a cambio de la salida de extranjeros", como había señalado la prensa. Desde Hamás, Izzat El Reshiq ha negado también que se haya acordado la apertura del cruce fronterizo de Rafah con Egipto o un alto el fuego temporal.
Según han informado varias agencias de noticias, Estados Unidos, Egipto e Israel habían acordado este lunes un alto el fuego en el sur de Gaza para reabrir un corredor humanitario.
Egipto, así, abriría el único paso fronterizo no controlado por Israel para la entrada de ayuda humanitaria y la salida de extranjeros del enclave palestino, que se encuentra en una situación "catastrófica" por los bombardeos de Israel en represalia por el ataque por sorpresa del islamista Hamás, según han señalado a EFE fuentes de seguridad egipcias.
Fuentes de la seguridad egipcias también habían explicado a Reuters que el alto al fuego duraría varias horas, pero no precisaron la duración exacta. También habían señalado que los tres países habían acordado que Rafah estaría abierto hasta las 14.00 GMT (16.00 hora peninsular española) del lunes como reapertura inicial de un día. Pese a establecerse una hora de apertura, una fuente de seguridad y otra de una ONG en Al-Arish han asegurado que los camiones de ayuda seguían esperando allí pasadas las 08.00 horas.
"El cruce será abierto hoy, pero no hay confirmación de la hora", han afirmado por otra parte a Efe fuentes, que pidieron el anonimato por la sensibilidad de este tema, que se ha ido negociando con Estados Unidos. Las fuentes indicaron que durante la apertura de este lunes entrará "ayuda árabe y egipcia" a la Franja y se permitirá la salida de los extranjeros. Hasta el momento, el Gobierno egipcio no ha confirmado esta información. Estados Unidos había alcanzado un acuerdo con Egipto, Israel y Qatar para permitir la salida de la Franja de Gaza a través del paso de Rafah de cientos de extranjeros y palestinos con pasaporte de otros países, incluyendo ciudadanos estadounidenses y europeos.