Israel ha asegurado que la respuesta al último ataque de Irán será "rápida, decisiva y más contundente". El Estado judío busca una guerra regional total en Oriente Próximo y esto podría implicar atacar varios objetivos del país persa.

Pero ¿cuáles pueden ser sus objetivos? Si lo que quiere es dañar su economía, sus objetivos serán todos estos: refinerías, oleoductos y pozos petrolíferos -de estos Irán tiene más de mil-. Es procedente del petróleo que exporta, sobre todo, desde la isla Jarg de la que salen, cada día, más de un millón y medio de barriles.

Irán sabe que es un objetivo. Por eso, en las imágenes del satélite se ve cómo en las últimas horas ha retirado sus enormes petroleros. Pero el país persa tiene también minas de uranio, plantas de enriquecimiento y centrales nucleares capaces de desarrollar las armas más potentes. Serían el objetivo más ambicioso del Gobierno de Benjamín Netanyahu.

Por otro lado, también podrían atacar sus bases, sus búnkeres, su armamento, entre otras infraestructuras especialmente críticas y esenciales para el país. Sin olvidar a quien está en el punto de mira: el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei.

Según está contando a el Canal 12 israelí, el complejo presidencial y sede del Cuerpo de Guardia Revolucionaria Islámica sería uno de los principales objetivos de Israel.