El último objetivo de Israel ha sido la ONU; concretamente, sus cascos azules. Es lo que tienen sentirse impune. Al menos, esta vez Estados Unidos ha reaccionado, como lo ha hecho Europa. El mismo presidente norteamericano, Joe Biden, ha exigido en la tarde de este viernes a Netanyahu que pare con su ofensiva, que los cascos azules no se tocan. Un ataque por el que España también ha protestado (el jefe de la misión de la FINUL es un general español). Por ello, ha convocado al encargado de negocios de Israel en nuestro país, la máxima autoridad desde que retiraron al embajador.
Medidas similares han tomado en las últimas horas Italia o Francia. Precisamente, los tres eurosocios han publicado, un poco antes de que hablara Biden, un comunicado conjunto de condena. "Los líderes de los tres países expresan su indignación después de que varios cascos azules resultaran heridos en Naqura, Líbano. Estos ataques constituyen una grave violación de las obligaciones de Israel en virtud de la RCSNU 1071 y del Derecho Internacional Humanitario", han declarado en ese escrito remitido en España desde La Moncloa.
Y sin embargo sobre el terreno, la FINUL ha vuelto a ser nuevamente víctima del fuego israelí: otros dos cascos azules heridos en Líbano. Y en la capital, Beirut, también en las últimas horas, Israel ha cometido su mayor masacre hasta el momento. Al menos 22 personas han muerto en un barrio residencial. Tres edificios han colapsado y, poco después del ataque, todavía quedaban fuegos provocados por las explosiones.
En cuestión de minutos, el barrio, donde convive gente de clase trabajadora, ha pasado a ser un ir y venir de vecinos que buscan sus pertenencias entre los escombros. Esta zona hasta ahora no se había visto afectada hasta ahora por la guerra, y por ello tampoco recibió órdenes previas de evacuación. Ahora mismo, Líbano está de luto y la sensación generalizada entre sus ciudadanos es que ya no quedan zonas seguras en el país. Por su parte, la excusa israelí ha sido la de siempre: la de eliminar a un mando de Hizbulá.
La FINUL, Líbano... pero ¿qué pasa con Irán? Desde que el país asiático lanzara una lluvia de misiles balísticos sobre territorio israelí, no habíamos conocido respuesta de las tropas de Netanyahu. Hasta ahora. Israel ha dicho ya que, de momento, no van a atacar. El motivo: están celebrando el Yom Kippur, su "día del perdón". Se trata de una fiesta religiosa dedicada a la reflexión y el arrepentimiento. Hacía 51 años que no la vivían en guerra. Eso, desde Israel; desde Irán reclaman más, mucho más, a Occidente.
La UE vuelve a pedir un alto el fuego
Y precisamente, los líderes de nueve países del sur de la Unión Europea, reunidos en la localidad costera chipriota de Pafos, han pedido un alto el fuego en Oriente Medio y expresaron su preocupación por la escalada de violencia entre Israel y Hizbulá. "Pedimos un alto el fuego inmediato a lo largo de la Línea Azul y el suministro oportuno de ayuda humanitaria en el Líbano", han declarado en un comunicado conjunto los gobiernos de Chipre, Croacia, Eslovenia, España, Francia, Grecia, Italia, Malta y Portugal.
La Línea Azul, de 120 kilómetros y situada en el sur de Líbano, fue establecida por la ONU en 2000 como una "demarcación de retirada" de las tropas israelíes. Chipre, un país insular que se encuentra a 250 kilómetros de Líbano, ejerció de anfitrión de la cumbre del MED9, a la que han acudido jefes de Estado o de Gobierno de sus nueve países miembros. El comunicado conjunto también condena el lanzamiento de cohetes por parte de la milicia chií libanesa Hizbulá hacia Israel, así como el reciente ataque con misiles de Irán y los atentados terroristas de Hamás del 7 de octubre de 2023.