Tras sólo cinco días sin la obligación de usar la mascarilla, Israel ya tiene que echar el freno al detectar hasta tres brotes de COVID-19 en escuelas de todo el país. El país suma además 46 nuevos casos en las últimas 24 horas, la mayoría con la variante delta.

Por ello, el Ministerio de Salud de Israel recula y, a partir de este domingo, vuelve a imponer la obligación de llevar mascarilla en algunas áreas donde se han notificado los brotes de coronavirus.

Según las investigaciones preliminares, la mayoría de ellos se habrían contagiado de la variante Delta, detectada por primera vez en India, algo que ha asustado a las autoridades.

Así, serán necesarias las mascarillas en el exterior e interior de los centros educativos afectados en Modiin-Maccabim-Reut y Binyamina, según ha precisado la cartera de Salud en un comunicado. A estos dos municipios se suma Modiin, donde su alcalde, Haim Bibas, ya había ordenado el sábado la vuelta a las mascarillas en los interiores de toda la ciudad.

En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, Bibas ha hecho un llamamiento a "los directores de escuela y al personal educativo para que sean estrictos con la orden y para que los padres eviten entrar en los terrenos de las instituciones educativas tanto como sea posible". "Debemos hacer todo lo posible para evitar un nuevo aumento de la morbilidad", insistía Bibas.

Israel ha sido de los primeros países del mundo en retirar la práctica totalidad de las medidas adoptadas para hacer frente a la pandemia, con una de las tasas de incidencia más bajas y tras inmunizar a la mayoría de la población.

En las últimas 24 horas, el Ministerio de Salud ha notificado 46 nuevos casos de coronavirus para un total de 839,837, mientras que casi 5,5 millones de israelíes han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus.

La situación en otras partes del mundo

En Brasil ha muerto medio millón de personas por el coronavirus, y a pesar de ser uno de los diez productores de vacunas del mundo, a día de hoy su vacunación efectiva, las dos dosis, apenas la tienen el 20% de su población.

Esta situación ha sacado al pueblo a la calle contra Jair Bolsonaro. Piden la dimisión de su presidente por la gestión de la crisis.

Y en el corazón de Asia, ahora es Afganistán el que suplica urgentemente suministros de oxigeno, un bien tan escaso que se compra y vende ya en el mercado negro. La media diaria de casos alcanza ya los 2.300 contagios.

Además, la variante delta se extiende con rapidez y en Europa, y países como Bélgica no han tardado en adoptar medidas. Así, el gobierno belga no permitirá a partir de el 27 de junio la entrada en el país de viajeros fuera de la Unión Europea, una restricción que también incluye a Reino Unido y Georgia.