Italia ha decidido aislar a 16 millones de personas. "Somos conscientes de que creará inquietud. Pero es el momento de ser responsables", ha afirmado Giussepe Conte, primer ministro de Italia, en una rueda de prensa realizada de madrugada. De esta forma, el Gobierno italiano ha puesto en cuarentena a toda la región de Lombardía y a otras 14 provincias del norte del país.
Un aislamiento que se ha aprobado en un decreto urgente y que durará, por lo menos, hasta el 3 de abril. Pero ¿qué supone este anuncio para el norte de Italia? En palabras de Conte, "habrá obligación de evitar en cualquier momento que las personas entren o salgan de las áreas" marcadas por el gobierno.
Además, las autoridades italianas han recomendado a la población que se quede en casa si tiene dificultades respiratorias o fiebre por encima de 37 grados y medio. La llamada zona roja, ahora desierta, que ha dibujado el gobierno italiano para frenar el avance del coronavirus incluye a dos ciudades turísticas claves para la economía del país: Venecia y Milán.
Las dos regiones afectadas por el aislamiento, Lombardía y Verona, suman el 30% del PIB del país. Para el resto de Italia, el Ejecutivo también ha impuesto restricciones. "Se suspenden todo tipo de espectáculos públicos y actuaciones en teatros y cines, tanto el lugares públicos como en lugares privados", ha anunciado Giussepe Conte.
Los bares y restaurantes podrán permaneces abiertos entre las seis de la mañana y las seis de la tarde, siempre que puedan garantizar al menos un metro de distancia entre los clientes. Desde España, el Ministerio de Sanidad ha aplaudido el esfuerzo y ha valorado de forma positiva las medidas adoptadas por Italia.
"La acción que ha tomado reduce muchísimo el riesgo de nuevas entradas en nuestro país. Al menos, desde el país italiano", ha considerado Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES).
Con casi 6.000 casos diagnosticados y más de 230 muertos, Italia se ha convertido en el primer país, después de China, en aplicar restricciones tan contundentes; medidas que fueron conocidas horas antes del anuncio del gobierno italiano por una filtración a la prensa que no ha gustado nada al Gobierno de Conte.