Codogno es una ciudad fantasma y todo por el brote de coronavirus que se ha expandido rápidamente en las últimas horas y se ha cobrado ya dos vidas. El primer fallecido ha sido un hombre de 78 años que se encontraba ingresado en el Hospital de Schiavonia, en Padua, mientras que la segunda víctima ha sido una mujer en Lombardía.
A falta de mascarillas, bufanda para cubrirse, poca fiesta en las discotecas vacías y restricciones de acceso. Es difícil entrar por carretera a la localidad. Se trata de las medidas restrictivas impuestas por el Gobierno que tienen un objetivo claro: contener el brote. Por ello, se exhorta a no salir de casa, evitar reuniones sociales y no acudir al trabajo, a la escuela o actos deportivos.
Una mujer cuenta que "hay mucho alarmismo y mucha preocupación", mientras que otro cuenta: "Yo tengo 76 años y vivo solo; no sé qué hacer, de verdad". En una sola mañana, el número de casos no ha parado de ascender y son más de 40, todos en las regiones de Lombardía y Véneto. Además hay otras 250 personas que tendrán que estar en cuarentena, la mayoría personal médico en contacto con alguno de los contagiados.
El Gobierno no descarta habilitar más edificios para las cuarentenas. A eso hay que sumar los italianos que han llegado a Roma procedentes de Yokohama, evacuados del crucero 'Diamond Princess'.
El Ministerio de Sanidad de China ha confirmado que los muertos por el nuevo coronavirus originado en la ciudad de Wuhan han alcanzado los 2.236, mientras que los afectados se sitúan en 75.465. Aunque el epicentro del coronavirus está en Wuhan y la mayoría de casos se registran en China, se han detectado casos en otros países del sureste asiático, Europa y América.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia sanitaria internacional a finales de enero y ha pedido a la comunidad internacional que redoble sus esfuerzos.
Las autoridades italianas han identificado un centenar de personas que han estado en contacto con las tres personas contagiadas con coronavirus y que están siendo sometidas a "vigilancia activa" por el riesgo de que surjan nuevos casos.