El Ejecutivo italiano ha aprobado una serie de medidas extraordinarias para intentar contener la difusión de los casos de coronavirus en el norte del país, donde hay 132 contagiados, como la prohibición de entrada y salida en las 11 localidades consideradas epicentro de la epidemia.
"Hemos adoptado un decreto ley para contener esta emergencia. El objetivo es proteger la salud de los italianos, que es lo más importante para nosotros", ha anunciado el presidente del Gobierno, Giuseppe Conte, tras un consejo de administración extraordinario.
Conte ha explicado que el decreto ley contiene "el poder evitar el movimiento de personas en las áreas consideradas de brotes, en la zona de la provincia de Lodi con 10 municipios involucrados y el de Vo 'Euganeo, en Veneto".
"No se permitirá la entrada y la salida en áreas identificadas como brotes al menos de excepciones específicas y se ha ordenado la suspensión del trabajo, la educación y los eventos públicos", explicó Conte al final del Consejo de Ministros.
Se trata de Casalpusterlengo, Codogno, Castiglione d'Adda, Fombio, Maleo, Somaglia, Bertonico, Terranova dei Passerini, Castelgerundo y Sanfiorano, en la región de Lombardia y donde viven cerca de 50.000 personas y se ha convertido en la zona cero de este foco de coronavirus en Italia.
Asimismo, también se han puesto en estado de aislamiento Vo' Euganeo, en la provincia de Padua, de unos 4.000 habitantes, y donde se produjo la primera víctima mortal, un hombre de 78 años. La segunda víctima es una mujer de 77 años que estuvo en Codogno, pero que falleció el pasado 20 de febrero en su casa por complicaciones respiratorias.
Por otra parte, el ministro de Deportes, Vicenzo Spadafora, anunció la suspensión de todas las actividades deportivas previstas para este domingo en las regiones de Véneto y Lombardía, que comprenden los partidos de la Serie A de fútbol como Inter-Sampdoria, Atalanta-Sassuolo y Verona-Cagliari.
Conte explicó que, aunque algunos sectores políticos lo han pedido, no ve necesario por ser "desproporcionada" la suspensión del tratado de Schengen, sobre libre circulación de ciudadanos de la Unión Europea.
Por su parte, la ministra de Educación, Lucia Azzolina, decidió suspender los viajes escolares tanto dentro de Italia como al extranjero. "Una precaución que en mi opinión es necesaria ante este escenario", mantuvo la ministra.