El jefe del grupo de mercenarios ruso Wagner, Yevgeny Prigozhin, ha amenazado con retirarse de la ciudad ucraniana de Bajmut, uno de los epicentros actuales de la guerra de Ucrania, tras lamentar un elevado número de bajas por los combates y la falta de suministros. Por el momento, no hay noticias de la munición reclamada por los mercenarios rusos, quienes señalaron que necesitaban "80.000 proyectiles al día", y "solo" piden 4.000.
Habrá que esperar para comprobar si lo de Prigozhin queda solo en una amenaza, o si finalmente retira a sus tropas de Bajmut. Lo que sí ha querido dejar claro el jefe de Wagner es que Rusia no está preparada para la contraofensiva ucraniana que espera para antes de mediados de mayo. Incluso ha reconocido que sus mercenarios podrían tener las horas contadas: "Wagner será historia pronto", ha manifestado.
Mientras, Moscú estaría apurando sus reservas. Los misiles que lanzaron la madrugada del viernes contra edificios residenciales fueron fabricados en los últimos meses, según Ucrania.
Por su parte, Kyiv también pide unos recursos a Occidente que, a corto plazo, no van a poder entregar. Sin embargo, Zelenski asegura que pasarán a la contraofensiva aunque no tengan aún los aviones F16. "No podemos aplazarla más, por lo que comenzaremos antes de recibirlos", ha afirmado. Y aunque reconoce que necesitan más preparación, también se muestra muy optimista, asegurando que son "capaces de poner fin a esta guerra".
Eso pese a que la contraofensiva ucraniana, de tanto anunciarla, no tendrá efecto sorpresa. Los rusos llevan meses colocando a lo largo de todo el frente los llamados 'dientes de dragón', pirámides de hormigón que impedirán el avance de las fuerzas mecanizadas.