Kyle Rittenhouse se paseó luciendo rifle patrullando una ciudad literalmente incendiada por las protestas antirracistas tras el tiroteo policial a un hombre negro, en agosto de 2020, en la ciudad de Kenosha. Está acusado de matar a dos personas en ese momento. Ahora, rompe a llorar sin consuelo relatando el miedo que dice, pasó esa noche. Lágrimas y pucheros que algunos en la sala consideran pura estrategia.
Todo empezó cuando Rittenhouse tiroteó a un hombre que le había lanzado una bolsa de plástico. Tras ver lo que ha hecho, llama por el móvil y avisa: "Acabo de matar a alguien...". Su víctima queda en el suelo con un tiro en la cabeza mientras el adolescente huye.
Cuando intentaron detenerle y respondió disparando y le dio en el pecho a un joven que intentó quitarle el rifle. A otro le dispara en el brazo.
Sostiene, ahora en el juicio, que hizo todo eso en defensa propia: "No hice nada malo. Me estaba defendiendo." El juez ha regañado al fiscal por la dureza de su interrogatorio y por, considera, actuar de mala fe.
Más Noticias
- Guerra en Gaza, en directo | El Líbano eleva a 12 los muertos tras la explosión de los 'buscas' de Hizbulá, entre ellos dos menores
- Guerra Ucrania-Rusia, en directo | Un muerto por drones militares rusos en el segundo ataque consecutivo en Sumy, Ucrania
- Venezuela asegura que los dos españoles arrestados no estaban de turismo porque en España "no salen de vacaciones en septiembre"
- La involución tecnológica con la que pretendía blindarse Hizbulá acaba en ataque masivo desde Israel
- El discípulo de Dominique Pelicot usó sus mismas técnicas con su mujer: "No era capaz de violar a otra"
A Rittenhouse se le acusa de dos cargos de homicidio y otro de tentativa. Acudió a la ciudad desde otro estado, argumenta, para defender los negocios que estaban siendo vandalizados en las protestas y prestar ayuda médica. Asegura que llevó el arma para defenderse pero pensando que no tendría que usarla. Su defensa pide que el juicio se declare nulo.