La defensa y la Fiscalía en el caso contra Donald Trump por el pago irregular a la actriz porno Stormy Daniels concluyeron este martes sus alegatos finales tras una jornada de 11 horas, con lo que el caso queda ahora en manos del jurado, que desde este miércoles deliberará a puerta cerrada.
Unos alegatos finales durante los que el expresidente estadounidense, acusado de falsificar documentos para camuflar un soborno para silenciar a la actriz porno y proteger así su carrera hacia la Casa en 2016, dijo sentirse, literalmente, "¡ABURRIDO!".
Así lo manifestó él mismo durante uno de los descansos de los alegatos de la Fiscalía, que Trump aprovechó para acudir a su red social, Truth Social, para hacer público -y en mayúsculas- su aburrimiento en el Tribunal Penal de Manhattan, en ese mensaje de una sola palabra.
El juez decidió alargar la jornada cuatro horas más de lo normal para intentar concluir los alegatos finales de la defensa y los fiscales el mismo día y en la sala del Tribunal Penal de Manhattan se oían y veían bostezos tras 11 horas de alegatos.
Este miércoles, el jurado recibirá las indicaciones del juez Juan Merchan y deberá acordar por unanimidad el veredicto, algo que podría tomar varios días. En caso de no llegar a un consenso, el juez se verá obligado a declarar un juicio nulo.
Documentos falsos para comprar el silencio de una actriz porno
La última en tomar la palabra fue precisamente la Fiscalía, que subrayó que al magnate republicano le acorralan pruebas irrefutables de que falsificó documentos para silenciar a Stormy Daniels y proteger su carrera hacia la Presidencia.
El abogado Joshua Steinglass, en su último intento de dejar huella en el jurado antes de que sus 12 miembros decidan si es "culpable" o "no culpable", pintó a Trump como el centro de este juicio penal, el primero a un exmandatario en la historia de EEUU.
Así, señaló que su exabogado y mano derecha, Michael Cohen, que realizó el pago a la actriz, "era más un 'conseguidor' del acusado que su abogado". "Un tipo 'con las botas en el barro' que podía acosar a la gente y amenazarla con demandas", anotó Steinglass.
Los cargos por delitos graves contra Trump se derivan de pagos a Cohen para reembolsar como un gasto legal el pago que el abogado hizo a la estrella porno Stormy Daniels. El pago se hizo unos días antes de las elecciones de 2016 y, según los fiscales, si la historia de infidelidad en 2006 hubiese salido a la luz, podría haber costado a Trump su victoria electoral.
Cohen testificó desde el estrado en este juicio que una vez que Trump estaba asentado en el Despacho Oval de la Casa Blanca, le reembolsó el dinero. "El acusado en realidad no pagó a un abogado, sino a una estrella del porno canalizando dinero a través de un abogado", precisó Steinglass.
La defensa de Trump, por su parte, había descrito a Cohen como un mentiroso compulsivo cuyo único objetivo es destrozar a Trump. Steinglass intentó desmontar esa teoría señalando que quien fuera su mano derecha nunca dijo que su exjefe mantuvo una relación con Daniels y que si su verdadero objetivo fuera dañar al político habría dado otra declaración.
Además, Steinglass hizo un repaso cronológico por las declaraciones de los 22 testigos y 300 pruebas vistos durante el juicio penal, haciendo un repaso detallado sobre las llamadas, mensajes y correos electrónicos antes de las elecciones sobre el caso de los pagos a Daniels entre los miembros de la cúpula de Trump.
Las "pruebas irrefutables", según Steinglass, son unas notas de Allen Weisselberg, entonces director financiero de la Organización Trump, sobre cómo se le pagaría a Cohen por el dinero que gastó para comprar el silencio de Daniels. "La ley es la ley y se aplica a todos por igual. No existe ninguna norma especial para este acusado", sentenció al terminar sus alegatos.