"Los bastardos estadounidenses no estarán muy contentos con el regalo enviado para el aniversario del 4 de julio", así se expresaba Kim Jong-un tras el lanzamiento del último misil intercontinental, según informa la agencia de noticias local KCNA. Además, agrega: "Debería enviarles regalos de vez en cuando para ayudarles a salir de su aburrimiento".

El líder norcoreano aumenta así la tensión con el país americano, con el que cree que la confrontación ya ha entrado en su "etapa final". Sobre el misil lanzado este martes, KCNA afirma que puede transportar una cabeza natural y que sobreviva a una salida y entrada de la atmósfera, aunque desde Estados Unidos dudan de esta afirmación.

Por su parte, Estados Unidos y Corea del Sur efectuaron unos ejercicios militares con misiles para demostrar su "capacidad de fuego" tras el lanzamiento de Corea del Norte, informó el Pentágono. "Junto con la República de Corea, hemos realizado un ejercicio conjunto para demostrar la precisión de nuestra capacidad de fuego", afirma EEUU.

Poco antes, el Departamento de Estado había emitido un comunicado en el que el titular de Exteriores estadounidense, Rex Tillerson, condenó "enérgicamente" el lanzamiento del misil balístico intercontinental por parte de Corea del Norte y advirtió que esa acción "representa una nueva escalada" en la amenaza para Estados Unidos, sus aliados y socios, la región y el mundo.

"Se requiere una acción global para detener una amenaza global. Cualquier país que acoge a trabajadores invitados de Corea del Norte, proporciona beneficios económicos o militares, o no aplica plenamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, está ayudando e incitando a un régimen peligroso", agregó Tillerson.

En el comunicado del Pentágono, Dana White, portavoz adjunta del secretario de Defensa, James Mattis, aseguró que el ejercicio llevado a cabo por los ejércitos de Estados Unidos y Corea del Sur tenía como objetivo contrarrestar las "acciones ilegales y desestabilizadoras" de Corea del Norte.