El Defensor del Pueblo ucraniano, Dmitró Lubinets, denunció este martes "un nuevo crimen de guerra" supuestamente cometido por soldados rusos que habrían ejecutado con una espada a un prisionero de guerra ucraniano desarmado que tenía las manos atadas con cinta aislante. El caso denunciado por Lubinets saltó a la luz pública en las últimas horas con la aparición en redes sociales de una fotografía de un hombre con el uniforme del Ejército ucraniano yaciendo en el suelo con una espada con la inscripción "Por Kursk" (presumiblemente en referencia a la ocupación ucraniana de parte de este óblast ruso) clavada en el pecho.
"El nivel de barbarismo y su sed de sangre (la de los rusos) es inmensurable. ¡Acciones como esta son una violación flagrante de la Convención de Ginebra sobre el Tratamiento de los Prisioneros de Guerra!”, escribió Lubinets en su cuenta de Telegram. El Defensor del Pueblo ucranino criticó la supuesta pasividad de la comunidad internacional y anunció que ha enviado cartas a la Cruz Roja y la ONU pidiéndole que investiguen esta “nueva violación de los derechos humanos por parte de Rusia”.
Ucrania ha denunciado desde el comienzo de la invasión la ejecución a sangre fría de decenas de soldados ucranianos que se habían rendido o habían sido tomados como prisioneros de guerra por los rusos. Algunas de estas ejecuciones fueron grabadas en vídeo y distribuidas en redes sociales.