Chile se enfrenta a un nuevo confinamiento ante la pandemia de coronavirus, e Israel en cambio continúa en su camino hacia la desescalada. Llama la atención la situación contrapuesta de ambos países porque, siendo ambos líderes a nivel mundial en vacunación, uno vuelve poco a poco a la normalidad mientras el otro se aboca a un nuevo encierro completo.
"La autoridad dio la sensación de que estábamos bien porque abrieron casinos, malls. Sin embargo, no hemos estado en una situación muy bien", ha apuntado Vivian Luchsinger, miembro del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile. Y por su parte, Israel ha registrado un descenso abrupto en sus tasas de contagio, hospitalizaciones y muertes.
Israel Bentancour, médico de Emergencias de Israel, ha explicado que "no hay una vara mágica que pueda solucionar esto, sino que tenemos que estar todos juntos para enfrentar esta enfermedad". Pero hoy en el país están abiertas las tiendas, hoteles y cines. Y el 18 de abril ya no se tendrá que usar mascarilla en la calle... todo lo contrario que en Chile, que pese al alto nivel de vacunación, los casos se han disparado.
Según Flavio Salazar, vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile, hay "muchas hospitalizaciones, con una saturación de los centros de salud", remarcando que "los adultos mayores fueron mucho más disciplinados en ir a vacunarse" frente a una falsa sensación de seguridad en personas más jóvenes.
Y con el sistema sanitario desbordado, el país latinoamericano ha vuelto al confinamiento total. "La situación en los hospitales es crítica. El uso de las camas de unidades intensivos está sobre el 95%", ha lamentado Vivian Luchsinger. Ante la velocidad con la que se ha vacunado en chile, se reabrieron las fronteras, se dio permiso a los ciudadanos para irse de vacaciones, pero ante la alta incidencia, todo se ha vuelto a cerrar.
"Existe una falsa sensación de seguridad, y a ello se le suma la información poco clara y a veces contradictoria respecto a lo que implican las restricciones de movilidad", ha señalado Sofia Lanyon, presidenta de Amnistía Internacional de Chile. Con más del 30% de la población vacunada, el país latinoamericano confía en alcanzar la inmunidad de grupo antes de julio.