La protagonista espera su turno, impaciente y nerviosa, incluso se santigua mientras ansía su momento.
Pero justo cuando le va a tocar, el pontífice decide girar y la feligresa tira del brazo de Francisco con dureza provocando su ira.
El papa no sólo la reprende verbalmente, también le propina un leve manotazo para poder zafarse de ella.
Enfadado, el pontífice se marcha mientras se va dibujando la decepción en el rostro de la mujer.
El pontífice se ha disculpado en público
El papa ya ha perdido perdón pero no es la primera vez que le sucede algo similar.
"No seas egoísta", le dijo a un feligrés. Así se liberó de la desmedida pasión de un creyente en México.
Con algo menos de vehemencia Francisco evitó que los devotos besaran su anillo el pasado marzo. En aquella ocasión el vaticano achacó al riesgo de contagio a la esquiva actitud del papa.