Este sábado se han cumplido 100 días desde el inicio de las protestas contra el Gobierno libanés sin que haya indicios de que vayan a flaquear en su denuncia del sistema y la corrupción que han provocado una crisis política sin precedentes en el país.
Los efectivos antidisturbios de la Policía han impedido a los manifestantes concentrados en la plaza de los Mártires avanzar hacia el palacio de Gobierno, sede oficial del primer ministro libanés, y se han producido disturbios en las inmediaciones de la mezquita de Mohamed al Amin.
Las varias marchas que han convergido sobre el centro de Beirut han sido convocadas bajo el lema 'No damos nuestra confianza' en referencia al nuevo Gobierno. Los manifestantes han lanzado piedras y petardos contra los agentes, que han respondido con gas lacrimógeno, según informa la agencia de noticias libanesa NNA.
El primer ministro Hasán Diab anunció el martes la formación del nuevo Gobierno de Líbano con un marcado carácter tecnócrata que, sin embargo, rechazan los manifestantes.
El nuevo Ejecutivo, que ha sido pactado tras más de tres meses de negociaciones -dos para nombrar al primer ministro designado y otro para negociar la composición del Gobierno-, contará con un total de 20 ministros, entre los que hay seis mujeres.
Líbano lleva inmerso en protestas desde el pasado 17 de octubre, con los ciudadanos reclamando la marcha de la clase gobernante, a la que acusan de mala gestión y corrupción. Las manifestaciones llevaron a la dimisión del primer ministro, Saad Hariri, el pasado 30 de octubre.