Encontrar la fórmula de la vacuna será solo el primer paso. Quedará después el paso que se antoja más complicado: producirla. Expertos alertan de la falta de medios en todo el mundo para llevar a cabo esta producción.
Ante esta problemática, se presentan varios tipos de soluciones. Estados Unidos, por ejemplo, ha anunciado que producirá 300 millones de vacunas, las necesarias para su país. La OMS, por su parte, propone un difícil ejercició político a través de una coordinación mundial de la producción.
El problema puede ser todavía más complejo. Puede haber más de una vacuna que probar, que su fabricación sea compleja en varios pasos o puede hacer falta más de una dosis por persona. Tampoco se pueden dejar de fabricar otras vacunas. Todo esto hará que falte capacidad de producción a nivel mundial.
Esto hará que se priorice a quién le llega la ansiada vacuna. Miriam Alía, responsable de vacunación y epidemias de MSF España, defiende que esta vacuna sea "accesible" y que no cuente con "patentes abusivas", sugiriendo que llegue primero a los sanitarios o a personas de riesgo en todos los países, no sólo en los ricos.
Desde Oxfam, su portavoz Jaime Atienza se pregunta si queremos que haya "diferencias por raza y pobreza". Si impera ley del mercado, como con respiradores o EPIs, los países pobres se quedarían sin vacuna.