Roma, Nueva York, Madrid, Londres o Berlín dieron la bienvenida al Año Nuevo con calles vacías y restricciones. El coronavirus empeñó las celebraciones en todo el mundo, aunque con alguna excepción. Es el caso de Wuhan, la ciudad donde comenzó a propagarse el coronavirus y la que vivió el primer gran confinamiento para frenar la pandemia, que, sin embargo, celebró en masa la llegada del Año Nuevo, como si nada hubiera pasado.
Desde primera hora de la tarde, riadas de personas atestaron el metro de la ciudad, de 11 millones de habitantes, para llegar a la calle peatonal de Jianghan, escenario de una aglomeración que sorprendió a los propios residentes. "No veía tanta gente junta desde hacía años, es muy emocionante ver Wuhan así", apuntó un joven que paseaba junto con su novia a lo largo de esa vía comercial, donde se veían colas para poder entrar en tiendas y restaurantes.
Cabe destacar que la mayoría de las personas que había en la calle eran jóvenes que, quizás, no tienen miedo a contagiarse. Además, tras las 'Campanadas', los wuhaneses se abrazaron y se hicieron fotos para celebrar la llegada del 2021. Para algunos era el final de la noche. Sin embargo, para otros la fiesta acababa de empezar. Y es que en algunas discotecas estaban agotadas las entradas, como en el club Han, donde cientos de personas bailaron al son de la música electrónica.
Precisamente, justo hace un año, en enero de 2020, Wuhan registraba decenas de casos diarios de una "misteriosa neumonía" que acabaría por causar 3.869 muertes en la ciudad, según las estadísticas oficiales. Para evitar que el coronavirus siguiera haciendo estragos, las autoridades impusieron el 23 de enero un inédito y estricto confinamiento que duró 11 semanas.
Según sus habitantes, era la única medida posible para evitar que el coronavirus continuara haciendo estragos, pero no olvidan la confusión de los primeros días, cuando apenas había información disponible sobre la enfermedad, suministro de alimentos o material sanitario.
La gestión del brote en sus primeros compases ha sido objeto de controversias, y el propio alcalde de Wuhan, Zhou Xianwang, reconoció que su gobierno tardó demasiado en revelar la información disponible sobre el brote, debido, según él, a que necesitaban la aprobación de instancias superiores para hacerla pública.
Al margen de su estricta cuarentena, Wuhan consiguió revertir la situación gracias a las fuertes medidas de prevención, la llegada de personal sanitario de otras provincias chinas o la construcción exprés de hospitales como el de Leishenshan, que comenzó a recibir pacientes en febrero de 2020.
Concentraciones masivas en Nueva Zelanda
Sin embargo, Wuhan no fue el único lugar donde la celebración de Nochevieja no se diferenciaba en nada a la de años anteriores. En Nueva Zelanda, tal y como se puede ver en el vídeo, celebraron la llegada del 2021 con conciertos, discotecas abiertas y concentraciones masivas en las calles de un país blindado, libre de coronavirus, y en el que ya no es necesaria ni la mascarilla.