La policía nigeriana ha rescatado a 300 personas, la mayoría niños y adolescentes, encerrados en una supuesta escuela islámica de la ciudad de Kaduna, en el norte de Nigeria. Estos mostraban signos de tortura, y muchos de ellos se encontraban encadenados por los tobillos.
Según han informado los agentes, varios habían sido víctimas de violaciones. "Hemos encontrado un centenar de estudiantes, entre ellos niños de apenas nueve años, encadenados en una pequeña habitación", ha afirmado Yakubu Sabo, portavoz de la policía, que ha añadido que muchos tenían cicatrices en la espalda. "Las víctimas habían sido maltratadas. Algunas declaran haber sido violadas por sus profesores", ha añadido.
Una redada en el barrio de Rigasa a llevado a los agentes hasta esta escuela, donde había niños "de distintas nacionalidades", en "condiciones inhumanas y degradantes". Por ello, han sido detenidas ocho personas, entre ellas el propietario del centro.
La policía también ha encontrado una sala de tortura en la que se colgaba a los alumnos de las sillas y se les pegaba cuando cometían alguna falta.
Las Almajiris, o escuelas islámicas, son muy comunes en el norte de Nigera, un país que se divide casi a partes iguales entre cristianos y musulmanes. En estos centros, los alumnos aprenden los conocimientos básicos de la cultura islámica además de versículos del Corán.
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No obstante, en la práctica muchos de ellos se han convertido en lugares donde supuestos maestros someten a los menores a abusos y llegan, incluso, a facilitar que sean captados para organizaciones terroristas.