Los equipos de rescate tratan de encontrar supervivientes en Libia tras las graves inundaciones que dejan decenas de miles de muertos, pero además es clave recuperar los cuerpos que hay bajo el lodo. Es necesario para proteger a los vivos de enfermedades transmitidas por el agua contaminada, para que esta situación no desemboque en una epidemia.
Las autoridades ya han puesto en marcha una campaña de vacunación destinada a unos 20.000 menores para evitar el contagio de hepatitis, del cólera o de la malaria.
Y mientras la cifra de víctimas mortales sigue creciendo -la oficial es ahora de 11.3000 vidas humanas-, cada vez queda más claro que el desastre podría haberse evitado.
Se sabía que el ciclón Daniel llegaba, se sabía que las presas de Derna necesitaban mantenimiento urgente, se pudieron haber salvado miles de vidas.
Primero, subsanando precisamente las conocidas deficiencias de las presas, que los supervivientes denuncian que debieron repararse hace años. Pero nadie lo hizo y se rompieron, y más de 33 millones de litros de agua sepultaron una cuarta parte de la ciudad.
Ya hubo advertencias sobre la necesidad de revisar las presas. Premonitoria fue la advertencia, hace un año, de unos investigadores de la universidad local que pedían con urgencia que se revisara el estado de las dos presas por alto riesgo de inundación. Las autoridades no hicieron nada.
También la evacuación de los barrios próximos habría sido otra opción para evitar una tragedia de esta magnitud. Un día antes de la llegada del ciclón, el Ayuntamiento pidió desalojar las zonas cercanas a los embalses, y la única respuesta del comité de emergencias del Gobierno fue ordenar un toque de queda para "para proteger sus vidas y sus bienes"
Fiscalía va a abrir una investigación para determinar las causas del colapso e identificar a los posibles responsables.