Pocas veces podemos escuchar las palabras del horror vivido. El agua empieza a inundar la barca hinchable en la que viajan los migrantes consigue tragarse sus vidas y silenciar sus historias. Egoibe Osas, nigeriano de 17 años, es uno de los supervivientes que le pone voz a la tragedia: "El agua entraba dentro. Había gente tumbada con la cara contra el suelo, cubiertos por el agua. Algunos de ellos murieron".
Algunos ni siquiera pudieron escapar de la barca donde viajaban hacinados. John Timothy, otro de los migrantes de la barcaza, relata lo ocurrido: "No teníamos ni siquiera espacio para nosotros, ni para poder respirar". Durante el rescate una mujer advierte que hay cuerpos en el suelo.
En total murieron 13 migrantes, entre ellos varias mujeres embarazadas. Otros, agotados de luchar contra el mar. "Todas las madres de los niños han muerto", señalaba uno de los supervivientes. Ellos están entre los 167 afortunados, entre los que hay menores, a los que 'Proactiva Open Arms' rescató con vida, y que ahora lloran por lo sufrido y se agarran a la nueva oportunidad que tienen.