Tras sembrar el pánico en el Puente de Londres, los terroristas llegan con una camioneta blanca al Mercado de Borough, donde pretendían hacer el mayor daño posible.
"Todo el mundo corría y gritaba: 'terroristas, terroristas, corred'", explica un testigo. "Escuchamos cómo la gente gritaba", aseguran otros testigos.
Los bares y locales de ocio abarrotados a esa hora, los terroristas empiezan a acuchillar a todo el que encuentran a su paso. "Se dirigieron a un restaurante con cuchillos", afirma una joven.
Según los testigos, los terroristas proclamaban hacerlo por Alá. Mucha gente huye a hoteles cercanos, otros optan por refugiarse dentro de los propios locales.
"Estuve en el sótano de un restaurante durante una hora", destaca un testigo.
La policía no tarda en llegar y comienza a evacuar la zona: ocho minutos después del ataque los agentes controlan la situación con los terroristas ya abatidos.