La intensificación de las operaciones de la aviación rusa y el Ejército sirio dejaron al menos ocho nuevos muertos, cinco de ellos niños, en el este de Idlib en medio de la campaña que Damasco reanudó el pasado 19 de diciembre para recuperar el control del último bastión opositor.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que los aviones rusos que apoyan a Damasco efectuaron un bombardeo contra un colegio para niños desplazados en el pueblo de Jawbas, en el este de Iblib, provocando la muerte de ocho civiles, entre ellos cinco niños.
Según la ONG, cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno, el número de víctimas mortales podría aumentar debido a que hay heridos graves.
El ataque tuvo lugar contra Jawbas que se ubica a un kilómetro al oeste de la carretera internacional Damasco-Alepo, en los rededores del pueblo de Saraquib.
Las fuerzas leales a Bachar al Asad también continuaron su avance en las operaciones que reanudaron el pasado día 19 tras un alto el fuego unilateral desde el 31 de agosto, y están próximas a la carretera que atraviesa la ciudad de Maarat al Numan, a cuatro kilómetros de esta urbe, según la ONG.
Una fuente militar dijo que el "Ejército Árabe Sirio se hizo con el control de la localidad de Yaryanaz" punto de acceso a la ciudad de Maarat el Numan, a la media noche del lunes, en el sureste de Idlib.
Agregó que se trata del "mayor bastión de las facciones armadas llamada Frente al Nusra", como se denomina a la antigua filial siria de Al Qaeda, que está incluida en la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante, que controla prácticamente todo Idlib.
La fuente militar afirmó que las operaciones militares continúan en Maarat al Numan, el valle de Al Daif, Tel al Nems en el sureste de la provincia. Desde el 19 de diciembre han muerto 78 civiles, entre ellos 30 niños, por los alrededor de 3.500 ataques aéreos y terrestres que ha contabilizado esta ONG, que calcula en 41.000 los nuevos desplazados.
Tras meses de aplazamiento y con un proceso de diálogo en marcha en Sochi (Rusia) en el que participan Teherán Irán y Moscú, en favor del Gobierno sirio, y Ankara en apoyo a los opositores, el Gobierno de Al Asad reanudó la ofensiva sobre Idlib el 30 de abril.
Durante este tiempo han muerto, según el Observatorio, al menos 1.315 civiles, entre ellos 335 niños. Naciones Unida ha abogado reiteradamente por un pacto que evite una desastre humanitario en esta zona en el que se calcula que viven 2,5 millones de civiles.