El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha reiterado este jueves la necesidad de que las autoridades venezolanas divulguen las actas de las elecciones del pasado 28 de julio y ha sugerido dos posibles salidas a la crisis: la formación de un gobierno de coalición o la celebración de nuevas elecciones.

Una propuesta a la que se ha sumado el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Este el jueves el mandatario ha respaldado una nueva elección en Venezuela. Biden ha comunicado su apoyo a los periodistas después de que Brasil instara a una nueva votación dos semanas después de que el líder Nicolás Maduro proclamara su victoria en la reelección en una contienda puesta en duda por las naciones occidentales.

Lula se refirió a los comicios venezolanos en una entrevista a la Radio T y ha asegurado que "hasta ahora" no se sabe quién ganó las elecciones porque no se divulgaron las actas y no se ha podido verificar el resultado de forma independiente. El gobernante brasileño ha afirmado que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien fue proclamado vencedor por el Consejo Nacional Electoral (CNE), "sabe que está debiendo una explicación a todo el mundo".

No obstante, Lula ha indicado que está trabajando con México y Colombia para encontrar soluciones, y sugirió dos ideas, la formación de un gobierno de coalición que integre miembros del chavismo y de la oposición, o la convocatoria de unas nuevas elecciones. "Maduro tiene seis meses de mandato. Si tiene sentido común, incluso podría convocar unas nuevas elecciones, creando un comité electoral con miembros de la oposición y observadores del mundo entero", ha comentado Lula.

El líder brasileño ha manifestado que su relación con Maduro, que en el pasado era muy buena, se ha "deteriorado", como consecuencia de que "la situación política está deteriorada en Venezuela".

El proclamado triunfo de Maduro para un tercer mandato consecutivo ha sido rechazado y calificado de "fraude" por la oposición mayoritaria y cuestionado por varios Gobiernos extranjeros y grupos de veeduría internacional. Desde entonces, los Gobiernos de Brasil, Colombia y México están manteniendo contactos para contribuir a encontrar una solución a la crisis.