En las imágenes sobre estas línea, se ve como un grupo de personas se hace con el mejor sitio para tomar la foto. Tan cerca que la gigantesca ola les golpea de lleno en cuestión de segundos. Algunos se alejan al ver llegar el peligro, pero otros imprudentes, como la señora de camisa blanca se mantiene inmóvil, cámara en mano. El agua la engulle mientras otros intentan escapar como pueden.

No es una desafortunada casualidad, si no que son curiosos imprudentes que se acercan hasta el río Qiantang al sureste de China para contemplar e inmortalizar un fenómeno conocido como macareo. "Normalmente, lo que ocurre es que una sola ola sube el río en contra de su corriente", explica el meteorólogo de laSexta, Francisco Cacho.

"Asociados a las mareas", los macareos son "muy peligrosos puesto que inunda las riberas de los ríos y puede producir inundaciones". En el caso del que ocurre en el vídeo principal de esta noticia la ola llega a alcanzar los nueve metros de altura y los 40 kilómetros por hora. De hecho, se ha convertido en el mayor macareo del mundo. Su rugido resuena a su paso por algo que en China, también recibe el nombre, de Dragón de Plata.