La reunión que mantuvieron Emmanuel Macron y Vladimir Putin estuvo marcada por las distancias, físicas y en las posturas, una distancia que quedó clara en la imagen de la mesa de cuatro metros que separó a ambos dirigentes.

La explicación a esa imagen ha llegado por parte del gabinete del presidente francés, que explica que se negó a someterse a una PCR por miedo a que los rusos tuviesen una muestra del ADN de Macron.

Es lo que avanza la agencia Reuters, que cita a dos fuentes próximas al entorno de Macron. "Sabíamos muy bien que eso significaba no darse un apretón de manos y tener esa mesa larga. Pero no podíamos aceptar que tuvieran en sus manos el ADN del presidente", explica una de esas fuentes.

Además, añaden que "las condiciones protocolarias que hubieran permitido una reunión con los dos jefes de Estado con una distancia menor (...) no eran ni aceptables ni compatibles con los problemas de agenda" del líder francés.

Fuentes del Kremlin consultadas por Reuters se han negado a hacer comentarios a estas afirmaciones. La otra fuente consultada por la agencia explica que Macron se sometió a una PCR antes de viajar a Rusia y a un test de antígenos (prueba realizada por su médico) una vez aterrizado en Rusia.

"Los rusos nos dijeron que había que mantener a Putin en una estricta burbuja de salud", agregan.

Este viernes, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, ha confirmado con un escueto "sí, es así" la negativa de Macron a someterse a una PCR. "Aquí no hay nada de política, todos lo comprenden perfectamente y eso no impide celebrar negociaciones, que es lo más importante", dijo el portavoz del Kremlin.