El conservador Michel Barnier, exministro y excomisario europeo, fue nombrado este jueves primer ministro de Francia por el presidente Emmanuel Macron, según ha anunciado el Elíseo.

Barnier, que también fue negociador de la Unión Europea para el Brexit, tiene ahora el encargo de formación un nuevo gobierno, con la esperanza de poner fin a semanas de estancamiento político después de que convocaran elecciones legislativas anticipadoas que dieron como resultado un parlamento sin mayoría absoluta. Hasta hace unos días, Bernard Cazeneuvesonaba como el favorito para repetir como primer ministro, pero finalmente Macron ha optado por el excomisario Barnier.

Barnier tendrá el enorme desafío de tratar de impulsar reformas y el presupuesto de 2025 a través de un parlamento sin mayoría absoluta, en un momento en que Francia está bajo presión de la Comisión Europea y los mercados de bonos para reducir su déficit.

La apuesta de Macron de convocar elecciones parlamentarias anticipadas en junio fracasó, ya que su coalición centrista perdió docenas de escaños y ningún partido obtuvo una mayoría absoluta.

La alianza de izquierda Nuevo Frente Popular fue la primera, pero Macron descartó pedirles que formen gobierno después de que otros partidos dijeran que votarían en contra de inmediato.

Mélenchon: "Las elecciones han sido robadas"

El líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon, fundador de La Francia Insumisa (LFI), ha cargdo duramente contra Macron y le ha acusado de robar las elecciones. "Las elecciones han sido robadas", afirmó Mélenchon, tras haber recordado que Barnier sale de un partido, Los Republicanos, que quedó el último entre la grandes formaciones políticas francesas en las legislativas de julio, en las que esa formación de derechas logró 47 diputados del total de 577 de la Asamblea Nacional.

Es un primer ministro "que no tiene nada que ver con el resultado de las elecciones", argumentó el fundador de LFI, además de criticar duramente que Barnier ha sido nombrado "con el permiso y quizás la sugerencia" de la ultraderecha de Marine Le Pen, a pesar del esfuerzo para contener su avance en los últimos comicios.