En su mensaje de Año Nuevo, el presidente, que ha visto caer en picado su popularidad, ha prometido subidas en las prestaciones de desempleo y las pensiones, pero lejos de mostrar un tono conciliador, ha instado a los ciudadanos a asumir la realidad.
"En los últimos años, nos hemos sumido en una flagrante negación de la realidad", ha defendido el presidente francés en su mensaje, que de forma inusual ha pronunciado de pie en el Elíseo. "No podemos trabajar menos y ganar más, reducir los impuestos e incrementar el gasto", ha advertido.
En un ataque velado a los grupos de extrema izquierda y extrema derecha activos en los márgenes de las protestas que a menudo se han convertido en violentas, Macron también ha criticado a quienes se erigen en "portavoces de una turba llena de odio" que según él ha atacado a extranjeros, judíos, gays y a la prensa.
Casi 20 meses después de convertirse en el presidente más joven de Francia, la popularidad de Macron se encuentra en su nivel más bajo de la historia moderna de Francia. A finales de diciembre se situaba en el 24% frente al 47% de un año antes, según la media de las encuestas publicada por 'Journal du Dimanche'.
En otro orden de cosas, Macron ha dicho que los esfuerzos para impulsar controles internacionales sobre la migración y la evasión fiscal estarán en el corazón de las propuestas que la UE prevé anunciar en las próximas semanas y que se llevarán a cabo en paralelo a la agenda nacional de reconciliar el ambicioso compromiso de reforma de Francia con la solidaridad social.
"Esta es la línea que he seguido desde el primer día de mi mandato y que preveo seguir manteniendo", ha asegurado. "Este próximo año, 2019, será en mi opinión un año decisivo", ha remachado.