Emmanuel Macron, reelegido como presidentede Francia tras unas elecciones claves para el futuro de Europa, ha prometido ser "el presidente de todos".
Junto a sus seguidores, el candidato de La República en Marcha ha festejado la victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, y ha dicho que en esta nueva legislatura "escuchará el silencio de los abstencionistas" y responderá a las razones "de la cólera" de quienes han apoyado a su rival, la ultraderechista Marine Le Pen, para tratar de atajar las heridas del país.
Y es que en estos comicios presidenciales se ha vivido un nivel de apoyo sin precedentes para la ultraderecha, que ha obtenido el 40% de los votos. Macron, con entre 15,2 y 16,4 puntos de diferencia sobre su rival, ha agradecido así, además de a sus votantes, a quienes le han apoyado solo para "bloquear" a la extrema derecha, así como a quienes se han abstenido.
"Tendremos que ser benévolos y respetuosos porque nuestro país está plagado de tantas dudas, tantas divisiones", ha defendido. "Nadie se quedará en el camino. Dependerá de nosotros trabajar juntos para lograr esta unidad que nos permitirá vivir una vida más feliz en Francia. Los años venideros ciertamente no serán tranquilos, pero serán históricos", ha declarado.
En los Campos de Marte, con la Torre Eiffel como telón de fondo, Macron ha dirigido sus primeras palabras públicas tras saberse vencedor del proceso. En su discurso ha recordado los momentos "dolorosos" y "difíciles" que ha atravesado en estos cinco años de "transformación".
De cara al futuro, ha querido recalcar que estos próximos cinco años no serán solo una "continuidad". "Tenemos mucho que hacer. La guerra en Ucrania está ahí para recordarnos que atravesamos tiempos trágicos en los que Francia debe mostrar la claridad de su voz y desarrollar su fuerza en todos los ámbitos", ha enfatizado.
Resultados históricos en la extrema derecha
Le Pen vaticina "un gran cambio" con sus resultados históricos
En cuanto a la líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, ha calificado de "histórico" el resultado y considera que sienta las bases de "un gran cambio" y anticipa una "gran batalla electoral" en junio, con motivo de los comicios parlamentarios.
"Millones de compatriotas han apostado por el cambio", ha mantenido Le Pen, con unos datos que superan a los que obtuvo en 2017, cuando también se enfrentó a Macron.
De este modo, se ha presentado como un "contrapoder fuerte" frente a Macron, la "verdadera oposición" en un escenario marcado por la pérdida de apoyo de los partidos tradicionales.