El Gobierno de Nicolás Maduro ha acusado a militantes opositores venezolanos de la quema de dos camiones cargados con alimentos y medicinas que hacían parte del primer lote de ayudas que el antichavismo pretendía ingresar desde Colombia para aliviar la severa crisis que atraviesa Venezuela.
"Hay algunos indicios de que en esos camiones no había nada, porque ya estaban predestinados para ser quemados (...), los que están sobre los camiones son los mismos que después los quemaron", dijo el ministro de Información venezolano, Jorge Rodríguez, en una rueda de prensa en Caracas.
La oposición venezolana dijo que miembros de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) quemaron los camiones cuando ingresaban a Venezuela a través del puente binacional Francisco de Paula Santander, que une Venezuela y Colombia.
Rodríguez aseguró que los camiones "jamás llegaron a Venezuela" y que la quema fue un ataque de falsa bandera para inculpar al Gobierno de Maduro, que se niega a aceptar estas ayudas.
Asimismo, dijo mostrando algunos vídeos que los manifestantes opositores, que chocaron con la Policía antidisturbios, quemaron una unidad de transporte público que servía a los más humildes en la localidad venezolana de Ureña, que linda con Colombia. "Lo que pasó ayer fue que la guarimba -protesta violenta- se mudó (de Caracas) a (la colombiana) Cúcuta", añadió.
En tanto en la venezolana población de Santa Elena de Uairén, cercana a Brasil, se registraron fallecimientos que voceros de la oposición han llegado a cifrar hasta en 14 al chocar con las fuerzas de seguridad al tratar de meter las donaciones desde el estado brasileño de Roraima.
El antichavismo, que domina el Parlamento, afirma que Venezuela padece una "emergencia humanitaria compleja" y ha pedido ayuda a la comunidad internacional para hacerle frente.
Parte de esas donaciones se almacenan en las fronteras de Venezuela con Colombia y Brasil y la oposición intentó ingresarlas el sábado, pese a que horas antes Maduro había ordenado el cierre de los pasos y ha reiterado que no las aceptará por considerarlas un "regalo podrido".
Todo esto ocurrió en medio de la crisis política que se acentuó el pasado enero, cuando Maduro juró un nuevo mandato de 6 años cuya legitimidad que no reconocen la oposición y buena parte de la comunidad internacional y en respuesta a ello el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, se proclamó presidente encargado del país.
Guaidó hizo una prioridad de su "Gobierno interino" el ingreso de ayudas al país y ayer señaló que ante la negativa de Maduro a aceptar las ayudas planteará formalmente a la comunidad internacional "tener abiertas todas las opciones" para cesar la "usurpación" que considera hace el líder chavista de la Presidencia.