Nicolás Maduro ha sido proclamado presidente constitucional de Venezuela, a pesar de las crecientes acusaciones de fraude en las recientes elecciones presidenciales. Maduro, que asegura haber obtenido un mandato del pueblo para llevar al país hacia la paz y la prosperidad, ha hecho estas declaraciones desde la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE).
La oposición, sin embargo, denuncia que la proclamación de Maduro es una "burda farsa" y sostiene que el candidato de unidad, Edmundo González, debería haber ganado con un 70% de los votos, basándose en datos no confirmados de un recuento parcial.
A pesar de la falta de publicación oficial de las actas, se reporta que la administración ha admitido no haber informado sobre casi 2,4 millones de votos. La Organización de Estados Americanos (OEA) ha calificado los resultados oficiales de "no fiables", mientras que la ONU y la Internacional Socialista exigen la pronta publicación y verificación de las actas electorales.
La proclamación de Maduro ha desencadenado una serie de protestas y acusaciones de violencia. La oposición ha pedido calma y ha denunciado la muerte de al menos un opositor durante los altercados, con acusaciones de ataques por parte de colectivos chavistas armados.
Por su parte, el presidente de Venezuela ha denunciado este lunes que está en marcha un intento de golpe de Estado "de carácter fascista", en relación a los cuestionamientos a su reelección, que ha sido rechazada por la oposición mayoritaria y buena parte de la comunidad internacional. "Se está intentando imponer en Venezuela un golpe de Estado, nuevamente, de carácter fascista y contrarrevolucionario", ha declarado Maduro durante el acto de proclamación como presidente reelecto, en la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) en Caracas.
En este sentido, Maduro ha expresado que esta es "la misma película" y "con un guion parecido" que la vivida -aseguró- en 2019, en el que "los protagonistas" son "los mismos", por un lado, "el pueblo que quiere paz" y, por otro lado, las "élites llenas con un proyecto contrarrevolucionario, fascista, amarrados al imperio estadounidense".
Así, el político venezolano ha subrayado que se "están ensayando los primeros pasos fracasados para desestabilizar a Venezuela" y para imponer "otra vez" un "manto de agresiones y daños", una "especie de película (Juan) Guaidó 2.0", en referencia al período en el que el opositor se autoproclamó "presidente encargado" del país, un 'mandato' -reconocido por medio centenar de países- que nunca pudo ejercer, al carecer de instituciones y de poder real.
"Les digo a los complotados, a los involucrados y a los que avalen esta operación contra la democracia venezolana que la película ya la sabemos y esta vez no va a haber ningún tipo de debilidad. Esta vez en Venezuela se respetará la Constitución, se respetará la ley y no se impondrá ni el odio, ni el fascismo, ni la mentira ni la manipulación", ha subrayado. Según el mandatario, "la misma ultraderecha, los mismos grupos dirigidos por el imperialismo norteamericano, los mismos países" están detrás de este plan golpista.
Esta declaración se produce minutos después de que nueve países (Uruguay, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana) pidiesen una reunión urgente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para abordar los resultados electorales de Venezuela. Asimismo, otras naciones han expresado su preocupación ante las denuncias de fraude de la oposición, al tiempo que piden a las autoridades garantizar la transparencia del proceso y permitir un conteo detallado de los votos.
Tan solo países de la órbita excomunista, como Cuba, Rusia y China, y alguno tan controvertido como Irán han felicitado directamente a Maduro, mientras que muchos países de América se confiesan "seriamente preocupados" por las irregularidades denunciadas. De una de ellas, el supuesto hackeo que llegó a paralizar el escrutinio, ha dado más detalles hace un par de horas el Fiscal General de Venezuela, quien ha asegurado que provino del sureste de Europa, de los Balcanes, de Macedonia del Norte.