El confinamiento que debía concluir este miércoles en Israel se mantendrá hasta el domingo por desacuerdos en el Gobierno sobre cómo abordar el proceso de desescalada, tras casi un mes de cierre.
En este debate, uno de los mayores puntos de conflicto es cómo reabrir las escuelas. Aunque el Gabinete de Coronavirus se reunió durante varias horas el martes, finalmente no hubo acuerdo.
En esa reunión estaba previsto estudiar la polémica propuesta del sector ultraortodoxo para la vuelta al cole: que las niñas se queden en casa mientras sus compañeros vuelven a las aulas, según informaron medios locales.
Este plan, que discrimina a las niñas sobre sus compañeros, fue presentado a las autoridades por representantes de las comunidades haredíes. Su idea es que las niñas se queden en casa para dejar aulas libres que puedan utilizar los niños para garantizar la distancia de seguridad, según informó la radio pública israelí 'Kan'.
Precisamente, los barrios y localidades ultraortodoxos son los más afectados por la pandemia de coronavirus. Sus comunidades, pese a suponer un 12% de la población del país, sufren más del 40% de los contagios.
Además, el cumplimiento de las restricciones sanitarias entre sus miembros es laxo, sobre todo en las fechas de celebraciones religiosas, bodas o funerales, cuando se han juntado cientos o miles de personas sin distancia y en ocasiones también sin mascarilla, pese a estar prohibidas las concentraciones de más de 20 personas.