Por primera vez desde que hace tres meses arrancaron las protestas, la policía de Hong Kong usó cañones de agua para dispersar a la población en una nueva tensa jornada de marchas prodemocráticas en la que hay 29 detenidos.
La marcha más multitudinaria arrancó entre las zonas de Kwai Chung a Tsuen Wan, una protesta que fue inicialmente prohibida por la Policía pero luego autorizada, después de que los organizadores se comprometieran a mantener la ruta.
Este tipo de tratos entre la policía y los activistas se han convertido en un hecho cada vez más frecuente en las últimas semanas a medida que las protestas se vuelven cada vez más violentas.
Sin embargo, aunque estaba previsto que la marcha continuara con una concentración en un parque cercano, después algunos manifestantes comenzaron a crear barricadas improvisadas.
Una hora y media después la policía antidisturbios se desplegó y comenzaron a lanzarse gases lacrimógenos para dispersar a la multitud en Tsuen Wan.
Según denuncia la policía en un comunicado, los manifestantes les han tirado ladrillos y bombas de gasolina. Horas después, dos vehículos de cañones de agua hicieron aparición y la policía disparó contra las barricadas, tratando de derribarlas infructuosamente.
Esta acción era previsible ya que hace un mes se supo que la policía había completado las pruebas de equipos en tres vehículos de cañones de agua que se desplegarían en agosto para manejar las protestas. Por otro lado, hoy se conoció que un total de 29 personas fueron detenidas tras haber participado en una marcha ayer en la que se sucedieron episodios violentos.
Están acusadas de delitos como la reunión ilegal, la posesión de armas ofensivas y la agresión a agentes de policía. La autoridad hospitalaria de la ciudad informó que al menos diez personas fueron atendidas en hospitales públicos y que dos están "en condiciones serias".
Las multitudinarias protestas callejeras, que están suponiendo la mayor crisis política en décadas para la urbe, se han sucedido desde principios de junio, y algunas de ellas han terminado en violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.