Los vecinos de Breonna Taylor hierven de rabia e indignación. La justicia no ha imputado por asesinato a los tres policías que la acribillaron en su propia casa. Ello ha provocado que miles de manifestantes han salido a las calles de ciudades estadounidenses por el caso. En Louisville, armados con palos, los oficiales intentan contener a la multitud, pero la situación se ha descontrolado.

Los fuegos artificiales lanzados se han confundido con munición real, y los agentes, desplegados por toda la ciudad, han ido apagando las hogueras prendidas por los manifestantes. El Departamento de Policía de Louisville ha informado de que dos agentes han recibido disparos durante las manifestaciones. Uno de ellos ha sido trasladado al hospital y está siendo intervenido, pero los dos están estables, ha trasladado el jefe interino del cuerpo policial de la ciudad, Robert Schroeder, en una rueda de prensa.

Schroeder ha puntualizado que está "muy preocupado" por la seguridad de sus agentes. "Tenemos dos agentes que han recibido disparos esta noche y es muy serio", ha lamentado, incidiendo en que la situación es "peligrosa". "Creo que la seguridad de nuestros agentes y la comunidad a la que servimos es importante", ha remachado, según ha informado la cadena de televisión CNN.

Además, la Policía Federal de Estados Unidos (FBI) ha enviado a Louisville un equipo SWAT para asistir a la Policía de la ciudad por los disparos y han asegurado que "continuarán ayudando en la investigación" sobre los hechos, por los que el cuerpo policial de Louisville ya ha detenido a una persona.

George Clooney, Justin Bieber o LeBron James, indignados

Las protestas raciales se han reactivado nuevamente y se han extendido a lo largo de Estados Unidos. Cientos de personas han marchado pacíficamente cortando el tráfico enMilwaukee, Wisconsin. Muchos con las manos en alto. También mareas de gente han inundado Chicago, Atlanta, Los Ángeles o Nueva York pidiendo lo mismo: justicia. Pese a ser en su mayoría pacíficas, Trump ha insistido en que los manifestantes quieren venganza: "La justicia de masas no es justicia. Solo se convierte en venganza".

También ha pedido no recurrir a la violencia el candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden: "Deben ser actos pacíficos". Por su parte, caras conocidas como George Clooney, el cantante Justin Bieber o la estrella de los Lakers LeBron James han compartido su indignación a través de redes sociales.

Las acciones (de Hankinson) "mostraron una indiferencia extrema por el valor de la vida humana"

Un gran jurado ha imputado al exagente Brett Hankison por imprudencia temeraria en primer grado en relación con la muerte a tiros de Taylor, mientras que otros dos policías --John Mattingly y Miles Cosgrove-- no han sido acusados. Hankinson fue despedido tras la muerte de Taylor después de que la Policía afirmara que había violado los protocolos de procedimiento y que sus acciones "mostraron una indiferencia extrema por el valor de la vida humana".

Schroeder manifestó que el agente "realizó diez disparos sin motivo y a ciegas" en el interior del apartamento de Taylor, una médico de urgencias. Taylor, de 25 años, murió tiroteada en su propia casa en marzo cuando tres policías vestidos de civil entraron en su domicilio, según las primera pesquisas, por error, confundiendo a su novio con otra persona, quien pensando que eran intrusos, realizó un disparo de advertencia, desencadenando un tiroteo que acabo con la vida de ella.