Al contraataque
Marine Le Pen acusa al "sistema" político de "lanzar una "bomba nuclear" contra ella
El contexto A pocos meses de las elecciones, Le Pen denuncia su inhabilitación por apropiación de dinero público, calificándola de persecución política y movilizando a su partido contra el poder judicial.

Resumen IA supervisado
Le Pen ha denunciado una "maniobra política" tras ser condenada por malversación de fondos públicos, alegando que su inhabilitación busca frenar su camino a la presidencia. La líder de extrema derecha utiliza un lenguaje bélico, afirmando que "el sistema ha lanzado una bomba nuclear", mientras su heredero político, Jordan Bardella, convoca manifestaciones contra "la tiranía de los jueces".
* Resumen supervisado por periodistas.
La extrema derecha francesa se atrinchera contra la justicia. Marine Le Pen, líder del partido francés de extrema derecha Agrupación Nacional (Rassemblement National, en francés), ha denunciado una "maniobra política" tras su condena por malversación de fondos públicos, asegurando que la sentencia es un intento de frenar su camino a la presidencia de Francia.
Le Pen no ha dudado en recurrir a un lenguaje bélico para describir su situación: "El sistema ha lanzado una bomba nuclear", ha declarado, sugiriendo que su inhabilitación es una prueba de que el poder teme su victoria en las próximas elecciones.
Junto a ella, Jordan Bardella, su heredero político y actual presidente del partido, ha redoblado la ofensiva: "¡Indígnese! Este fin de semana organizaremos manifestaciones", ha anunciado, en un intento de movilizar a su base electoral contra lo que denomina "la tiranía de los jueces".
De acusadora a acusada: la doble vara de Le Pen
El escándalo que ha llevado a esta condena no es menor. La justicia francesa ha probado que Le Pen y otros miembros de su partido desviaron fondos públicos del Parlamento Europeo para pagar sueldos de colaboradores que, en realidad, trabajaban para el partido. Un esquema de financiación ilegal que choca con el discurso que la propia Le Pen ha sostenido durante años.
En febrero de 2024, la líder de extrema derecha se mostraba implacable con la corrupción: "Todo el mundo roba dinero salvo el Frente Nacional. Los franceses no es que estén cansados de oír hablar de casos, están cansados de que ocurran esos casos", afirmaba entonces. Pero ahora que la justicia la ha alcanzado, su postura ha cambiado radicalmente.
La reacción de Le Pen y su entorno no ha sido asumir responsabilidades, sino atacar a los jueces. "Nos robaron las elecciones legislativas y no vamos a dejar que nos roben las presidenciales con maniobras escandalosas", ha advertido, insistiendo en la idea de que su condena es una persecución política.
Además, ha señalado directamente a la magistrada que ha dictado la sentencia: "Millones de franceses van a ser privados de votar por una jueza de primera instancia", una afirmación que busca convertir su caso en un asunto de soberanía democrática.
Con un electorado fiel y unas elecciones cada vez más cerca, Reagrupamiento Nacional parece decidido a hacer de esta condena su nuevo caballo de batalla. Bardella, el delfín político de Le Pen y posible candidato presidencial, ya ha dejado claro que su partido no se quedará de brazos cruzados. La extrema derecha francesa no solo desafía al gobierno y al establishment, sino que ahora también apunta directamente contra el poder judicial.
Lo que queda por ver es si esta estrategia de victimización fortalecerá su base electoral o si, por el contrario, la sombra de la corrupción terminará por pasar factura a Le Pen y su entorno.