Marruecos critica que España no le informara de la presencia en nuestro país del líder del Polisario, Brahim Ghali: "No es una simple omisión, sino que se trata de un acto premeditado", asegura, tras lo que alerta de que esto "tendrá consecuencias".
Ghali, presidente de la República Árabe Saharaui, lleva dos semanas en un hospital de Logroño por coronavirus. El Gobierno justifica su acogida por razones humanitarias. Sin embargo, a Rabat esto no le vale, ni tampoco a los nueve principales partidos marroquíes, que apoyan la queja del Gobierno.
"Consideramos inaceptable, inapropiada y hostil la decisión del Gobierno español de recibir a Brahim Ghali. Además, esta decisión se hizo sin informar a nuestro país", manifiesta a la Sexta Nizar Baraka, secretario general del partido l'Istiqlal.
Los dos posibles movimientos de Marruecos
Marruecos puede recurrir a dos bazas habituales para hacer tangible su descontento: "Una de ellas es cortar la cooperación en lucha antiterrorista, y otra de ellas, aún más importante si cabe, abrir el grifo de la inmigración irregular hacia España", advierte Ignacio Cembrero, periodista especializado en Magreb.
Desde que Trump reconociera la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, Marruecos ha redoblado sus esfuerzos para que España apoye sus planes. En este sentido, Cembrero afirma que "le gustaría, por ejemplo, que España adoptara una posición parecida a la de Francia, que apoya abiertamente el plan de autonomía marroquí para el Sáhara".
Marruecos también critica lo que califica como inacción dela Justicia española, pese a que la Audiencia Nacional ha llamado a Ghali a declarar por presuntos delitos contra la humanidad cometidos en los campos de Tinduf. Sin embargo, según asociaciones prosaharauis, esos delitos no están demostrados.