El incendio declarado en el municipio de Vila de Rei y que se extendió a Mação, en el centro de Portugal, sigue avanzando y la situación continúa siendo "muy grave", con 30 personas asistidas por los servicios médicos. El comandante de Protección Civil Luís Belo Costa informó en rueda de prensa de que la tarde fue "muy compleja y difícil" por los factores meteorológicos, que se agravaron antes de lo que estaba previsto.
La rotación del viento provocó dificultades respecto a la dirección de propagación del fuego, lo que generó "igniciones en sitios donde las fuerzas de combate estaban menos reforzadas", señaló Belo Costa. El fuego, en el que trabajan más de 800 bomberos, alcanzó varias viviendas, aunque Protección Civil todavía no tiene un registro del número de casas afectadas, y 30 personas tuvieron que ser atendidas por los servicios médicos.
Nueve de ellas fueron trasladadas a hospitales, ocho heridos leves y un civil grave por quemaduras, detalló el Instituto Nacional de Emergencia Médica luso. Las llamas avanzaron especialmente en la comarca de Mação, donde hay un frente que afecta a un perímetro de más de cinco kilómetros que se dirige hacia el sur, desde la localidad de Cardigos hasta el pueblo de Arganil.
Los efectivos terrestres y aéreos están concentrados para que las llamas no afecten a diferentes cascos urbanos como los de Cardigos, Casas da Ribeira, Sernadas o Freixoeirinho. El fuego cruzó a media tarde la carretera que une Cardigos con Arganil (5,8 kilómetros), por lo que en esta zona las llamas siguen descontroladas. Numerosos vecinos de estos pueblos permanecen apostados en los cruces de carretera, a la espera de si pueden continuar la marcha, por miedo a ser alcanzados por el frente, cuyas llamas se alzaban a alturas de más de diez metros junto a la carretera.
Una playa fluvial de Cardigos tuvo que ser desalojada, cuando estaban en ella varios cientos de usuarios. Las autoridades investigan las circunstancias de los incendios de este fin de semana en el centro de Portugal y, según medios locales, la Policía Judicial encontró artefactos incendiarios en Vila de Rei que podrían estar en el origen de las llamas.