La erupción del volcán Kilauea, la más activa de Hawái, sigue generando graves consecuencias para el país; ahora con la aparición de nuevas grietas por las que está emergiendo la lava y, en ocasiones, emanaciones tóxicas que han provocado ya la evacuación de más de 2.000 personas.
Según el Observatorio Hawaiano de los Volcanes, se han contabilizado más de diez grietas. Todas están ubicadas en Leilani Estates. La agencia señala además que, además de la emisión continua de lava, estas grietas también están dejando escapar dióxido de azufre, un gas "extremadamente peligroso" que aumenta el riesgo de heridos en la zona.
El volcán Kilauea también ha destruido al menos una veintena de casas y las autoridades han advertido que "la actividad eruptiva está aumentando" y se prevé que continúe", destacando la imprevisibilidad que supone un evento natural de estas características.
Todo ello se debe a un fuerte terremoto de magnitud 6.9 que el viernes desencadenó la erupción de Kilauea. En 48 horas, los expertos registraron 152 terremotos de magnitud dos y tres localizados a menos de cinco kilómetros por debajo del cráter y 22 terremotos de magnitud tres.
"Estos terremotos están relacionados con la subsidencia. Las imágenes de satélite mostraron una disminución del piso del cráter de aproximadamente diez centímetros entre el 23 de abril y el 5 de mayo", afirma el observatorio.