En 2023, una de cada 23 personas del mundo necesitaría ayuda humanitaria. Así lo estimaba la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de la Asuntos Humanitarios (OCHA) en su informe 'Panorama Global Humanitario 2023'. Esto significa una cifra récord de 339 millones de personas y un incremento sustancial desde los 274 millones respecto al año anterior.
Esto supone que se necesita ahora un 15% más de ayuda que hace 20 años, pero aunque las crisis se multiplican las ayudas siguen siendo las mismas. Es la denuncia que hacen desde las ONG que ponen las cifras a este drama: solo somos capaces de cubrir el 24% de las necesidades, lo que deja un panorama global difícil de afrontar para las organizaciones humanitarias.
Sólo las diez principales crisis que ahora mismo soporta el planeta, como Haití, Venezuela o Ucrania, dejan más de 30 millones de refugiados.
Y la situación empeora en aquellas zonas en las que no está puesto el foco mediático, como, explica José Fernández, presidente de Médicos del Mundo, el Sahara. Allí llevan 47 años estancados, sin ayudas y "con grandes problemas para la supervivencia".
En Senegal, por ejemplo, el hambre obliga a los más jóvenes a emigrar. Evidencian la realidad de dos tercios de las personas desplazadas a nivel mundial, que lo hacen motivadas por una crisis alimentaria, tal y como explica a laSexta Eloisa Molina, de World Vision.
En Chad, también demasiado alejados de los medios, llegan 2.000 refugiados al día huyendo de la violencia en Sudán. La situación humanitaria es critica porque "la capacidad para acogerles es limitada", cuenta desde allí Susana Borges, de Médicos Sin Fronteras.
Las mujeres y las niñas son las más castigadas. Otra asignatura pendiente es la de la igualdad de género, y es que según explica Arantxa Sanz, de Aldeas Infantiles, la ONU estima que harán falta más de cuatro generaciones para alcanzar la paridad de género en el mundo, más de 130 años.