Según informó la Policía, diez de los heridos son agentes de las fuerzas de seguridad. Los enfrentamientos estallaron poco después del comienzo de la concentración en la Plaza de Syntagma frente al Parlamento, cuando un grupo de manifestantes intentó forzar el cordón policial e irrumpir en el recinto del Parlamento.
Según dijo un portavoz de la Policía, los manifestantes lanzaron contra los agentes piedras, botellas, bengalas y cócteles molotov, e hirieron a diez agentes.
Las fuerzas de seguridad contestaron con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras y al menos dos manifestantes, según confirmó una fuente del servicio de ambulancias, tuvieron que trasladados a hospitales.
Uno de ellos era un hombre al que desconocidos hirieron en un muslo con un cuchillo, mientras que una mujer ingresó con problemas respiratorios, posiblemente por los gases lacrimógenos.
Grupos de manifestantes violentos agredieron además a un equipo de la televisión pública, lesionaron a un camarógrafo y dañaron la cámara. Un fotógrafo que estaba cubriendo la manifestación resultó herido en la cara al ser agredido.
Tanto el principal partido de oposición, la conservadora Nueva Democracia, como el neonazi Amanecer Dorado sostuvieron que detrás de los ataques se encontraban grupos de izquierdas y fuerzas "provocadoras" afines al Gobierno de Syriza.
El Gobierno griego dijo en un comunicado que los altercados fueron perpetrados por seguidores de la extrema derecha.