Al menos ocho civilesmurieron en un bombardeo atribuido a las fuerzas del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte de Libia, y en un combate armado en un barrio de Trípoli, cifra que eleva a 50 el número de las víctimas mortales registradas durante las últimas 24 horas en la capital, informaron fuentes de Seguridad.

Según las mismas, un familia compuesta por un padre, la madre y dos hijas perecieron al impactar un misil en su domicilio del barrio de Juhba, mientras que cuatro hermanos murieron a causa de un tiroteo en la misma zona, en el centro sur de la capital. "La intensidad de los enfrentamientos ha impedido incluso a las ambulancias y servicios de socorro entrar para recuperar los cadáveres" detallaron las fuentes.

Con esta nuevas muertes, son ya medio centenar las personas que han perdido la vida en Trípoli en las últimas 24 horas a consecuencia del repunte de la ofensiva del mariscal Jalifa Hafter, tutor militar del gobierno no reconocido en la ciudad oriental costera de Toubruk.

Al menos 42 cadetes perdieron la vida en un bombardeo atribuido a las fuerzas de Hafter (LNA) y la aviación aliada de Emiratos Árabes Unidos sobre una escuela militar de Juhba, que quedó parcialmente reducida a escombros.

Minutos después del ataque, aviones de combate cedidos por Emiratos Árabes Unidos a las fuerzas de Hafter (LNA) también bombardearon la base aérea de Maitiga, único aeropuerto en funcionamiento de la capital libia, bajo asedio militar desde el pasado 4 de abril.

Los enfrentamientos armados entre el LNA y las milicias afines al gobierno sostenido por la ONU en Trípoli (GNA) se han recrudecido en los últimos días con duros combates en torno al antiguo aeropuerto internacional de la capital, en desuso desde 2014 pero de alto valor estratégico para la conquista de la ciudad.

Según el GNA, el pasado domingo sus milicias causaron diez bajas a las fuerzas enemigas y destruyeron una decena de carros blindados "cuatro de ellos procedentes de Emiratos Árabes Unidos".

Además del apoyo aéreo de Emiratos Árabes Unidos, Hafter cuenta con el respaldo político, militar y económico de Arabia Saudí, Rusia y Francia mientras que al gobierno reconocido por la ONU -que mantiene su alianza de la poderosa ciudad-estado de Misrata-, lo respaldan Catar y Turquía, país este último que esta semana aprobó el envío de más tropas a Trípoli.

Desde que Hafter levantara el asedio, más de un millar y medio de personas han muerto en los combates en la capital, más de 5.000 han resultado heridas de diversa consideración y más de 100.000 se han visto obligadas a abandonar su hogar y convertirse en desplazados internos.

Según datos de la Misión de apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), 283 civiles murieron y más de 360 resultaron heridos en Libia durante los combates librados en 2019.

Estas cifras suponen un aumento de un 33% sobre el número de víctimas mortales registradas durante el mismo período del año pasado.