El edificio Rana Plaza, de ocho plantas, se vino abajo a primera hora de la mañana del miércoels en la población de Savar, a 24 kilómetros al noroeste de la capital, causando la muerte de al menos 170 personas y un millar han resultado heridas.

Los bomberos, la policía y personal militar han rescatado a cientos de personas entre los escombros, pero se desconoce el número de personas atrapadas y aún continúan las labores de búsqueda de supervivientes.

Este edificio albergaba un mercado, cuatro fábricas de productos textiles y una sucursal de un banco.

Los heridos han acusado a los propietarios de las fábricas de obligarles a entrar en el edificio aún sabiendo que habían aparecido grietas un día antes de la catástrofe, y que la Policía Industrial había pedido a los dueños que paralizasen la actividad tras descubrirlas.

"Ninguno de nosotros quería entrar al edificio, pero nuestros jefes nos forzaron", dijo ayer Nurul Islam, uno de los trabajadores heridos.