El presidente de Italia, Sergio Mattarella, ha convocado una nueva ronda de contactos con los partidos políticos el próximo martes para determinar cuál es la mejor vía para resolver la actual crisis política, si bien ha advertido de que las elecciones serán inevitables si no hay un gobierno mayoritario con "un programa claro". Mattarella, que entre el miércoles y el jueves se ha visto con representantes de todos los partidos, ha subrayado al término de la segunda jornada que la crisis debe quedar resuelta "en poco tiempo", pero ha evitado tomar una decisión sobre el futuro político de Italia porque "algunos partidos" han comenzado a negociar un posible acuerdo.
"Sin una mayoría sólida, el camino pasa por el voto, pero no es un camino que se pueda emprender a la ligera", ha advertido el presidente, que pese a ostentar un cargo más simbólico que político tiene ahora en sus manos la capacidad para decidir los próximos pasos. La "mayoría alternativa" a la que han venido representando en el último año la Liga de Matteo Salvini y el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Luigi Di Maio pasaría ahora mismo por un acuerdo entre esta última formación y el Partido Democrático (PD). Ambas partes han dado muestras de estar dispuestos a negociar un acuerdo con tal de evitar la convocatoria electoral reclamada por Salvini.
Di Maio ha abogado por emprender las "interlocuciones necesarias" para lograr una "mayoría sólida" que garantice la estabilidad de Italia, para lo cual ha presentado un programa de diez puntos que coincide en algunos aspectos con las ideas del PD. Entre estas prioridades figuran el recorte del número de parlamentarios, la reforma del sistema bancario o una nueva ley sobre conflictos de intereses, según la agencia Adnkronos. El líder del PD, Nicola Zingaretti, ha trasladado a Mattarella su intención de buscar un "gobierno de cambio" con el M5S, "de formar una mayoría distinta con el inicio de una fase política nueva", pero ha dejado claro que si esto no es posible habrá que ir a las urnas.
El PD, ha añadido, considera "útil" intentar formar un "gobierno de cambio", si bien ha dejado claro que lo que necesita el país no es "un gobierno a cualquier precio". Hace falta, ha subrayado, "un gobierno de cambio, alternativo a la derecha, con un programa nuevo, sólido, con amplia base parlamentaria y que pueda dar esperanza a los italianos". Sin embargo, el líder de la Liga, Matteo Salvini, ha asegurado que "Italia no puede permitirse perder el tiempo" y ha cargado contra el acercamiento entre el M5S y el PD, advirtiendo de que un acuerdo entre ambos supondría el retorno de la "vieja política".
Italia, ha subrayado Salvini, "no puede permitirse un gobierno que pelea, con posiciones distantes". El ministro del Interior en funciones ha defendido que en este nuevo contexto la Liga es una fuerza "compacta" que se compromete a actuar "por el bien del país y no por intereses personales". Para Salvini, el bien para Italia pasa por la convocatoria de elecciones parlamentarias anticipadas, tal como reclamó al presentar este mes una moción de censura contra el Gobierno del que él mismo formaba parte. El dirigente ultraderechista consideraba insalvables las discrepancias con el M5S, su socio de coalición.
El ex primer ministro y líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, ha considerado tras su encuentro con Matarella que "hace falta constituir en el Parlamento una mayoría de centro-derecha que corresponda al sentir de los italianos". Si esto no fuera posible, ha añadido, "la vía maestra son las elecciones anticipadas". Asimismo, ha advertido del riesgo que supondría una coalición "improvisada, que solo existe en el Parlamento y no en el país y que no refleja a la mayoría de los electores italianos", en referencia a la eventual alianza de M5S y PD.
"Un gobierno fuertemente inclinado hacia la izquierda sería peligroso para las empresas, para el desarrollo, para la seguridad, para las garantías y las libertades de todos los ciudadanos", ha sostenido el veterano político. En la misma línea, la líder del partido derechista Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, ha defendido que si Mattarella baraja la opción de encargar a otra persona la formación de gobierno, "habría que partir de las elecciones de 2018 y del sentimiento claro del país", dando pues "el mandato a un miembro del centro-derecha, pero estaría con toda seguridad más cerca de la voluntad popular". En su opinión, cualquier solución que no sea esta o la celebración de elecciones anticipadas "sería una herida a la democracia", al tiempo que ha considerado "obsceno" un posible gobierno entre PD y M5S. "No se puede formar una mayoría con personas que si se celebraran elecciones se irían a casa", ha sostenido.