Un niño de diez años ha sido localizado por un agente de policía en el desierto de Texas, en la frontera entre México y Estados Unidos. Perdido, solo, sin poder contener las lágrimas y muerto de miedo, el pequeño se ha acercado al agente para pedir ayuda. El policía ha grabado el desgarrador momento en vídeo y este se ha hecho viral.
"Yo venía con un grupo de personas y me dejaron botado y no sé dónde están", cuenta el menor. Viene desde Nicaragua y está perdido, sin su madre ni su padre. El grupo de 80 personas con el que iba le dejaron solo después de cuatro horas caminando.
Los agentes quieren saber si alguien le ha mandado a buscarles, si le han pedido que se acercase a los policías, pero el pequeño insiste en que solo quiere que le saquen de allí: "Yo vengo, porque si no, ¿a dónde me voy a ir?, tal vez me pueden robar, secuestrar o algo y tengo miedo".
Está solo en medio del desierto, abandonado por quienes le prometieron que le llevarían a un lugar seguro, y esa es ya una práctica habitual de las mafias. Otros dos niños de cinco y seis años también han sido rescatados recientemente después de que les abandonaran tras cruzar la frontera.
Pero a veces, ni siquiera necesitan pisar suelo estadounidense. Hace tan solo unos días dos traficantes lanzaban desde lo alto de la valla fronteriza a dos niñas de tres y cinco años para después huir corriendo.
El drama humanitario crece en la frontera sur de Estados Unidos, solo en el mes de marzo 171.000 migrantes han sido detenidos. De ellos, casi 20.000 son niños que viajan solos.